¿Cómo afectan las bebidas gaseosas a nuestra salud?

Estos son algunos de los síntomas que sobrevienen si consumes demasiadas bebidas gaseosas:

Síntomas del consumo excesivo de bebidas gaseosas: Dolor de cabeza. Temblores. Arritmia cardíaca. Ansiedad. Problemas para dormir o insomnio. Depresión. Náuseas y vómitos. Micción frecuente. Disminución de la densidad de la masa ósea (por baja absorción de calcio). Reducción del apetito.

¿Cómo afectan las bebidas gaseosas a la salud?

Cada vez existen más investigaciones que señalan los efectos negativos de numerosos productos que nos hemos acostumbrado a consumir. Es el caso de las bebidas gaseosas.

Impacto en el sistema nervioso. Muchas de estas bebidas contienen una alta concentración de cafeína. La cafeína es un alcaloide que tiene efectos estimulantes sobre el sistema nervioso autónomo y el corazón, por lo cual estimula el estado de vigilia y la resistencia al cansancio. Además, actúa como vasodilatador, pero hasta aquí llegan sus beneficios.

El consumo excesivo de cafeína provoca dependencia, dolor de cabeza, arritmia cardíaca, insomnio y ansiedad. Los mismos síntomas que experimentarás si tomas demasiado café o té a diario.

Efecto cancerígeno. A las bebidas gaseosas se les añaden numerosos conservantes, acidulantes y aditivos químicos para conservarlos durante más tiempo y para que nos resulten más adictivos y atractivos. Estas sustancias tienden a acumularse en los tejidos provocando la aparición de células cancerígenas y el desarrollo de tumores a largo plazo, además de problemas en el sistema renal.

Aumentan el reflujo durante la digestión. Al contrario de lo que se pensaba, los refrescos pueden tener un efecto negativo en el proceso digestivo. El dióxido de carbono presente en estas bebidas aumenta la acidificación de los jugos gástricos y acelera la digestión. Al mismo tiempo, provoca reflujo gastroesofágico, acidez y problemas de absorción, lo cual puede afectar a las personas que padecen de gastritis y úlceras estomacales.

Pueden causar caries. También se ha indicado que el CO2 y el azúcar que contienen afectan la boca y dientes, ya que alteran las percepciones del gusto, corroen el esmalte dental y pueden causar la aparición de caries.

Provoca sobrepeso. Un exceso en el consumo de estas bebidas provoca aumentos en los niveles de azúcar en sangre, inflamación del páncreas y diabetes. Por otra parte, los carbohidratos que no se convierten en energía se acumulan en forma de grasas en tejidos y arterias, lo que provoca sobrepeso y arterioesclerosis.

Pérdida de masa ósea. Por si fuera poco, los ácidos y la cafeína presentes en estas bebidas también son dañinos para el esqueleto. Interfieren en la absorción de calcio en los huesos, lo que provoca la pérdida de masa ósea, los debilita y favorece la aparición de osteoporosis. Por otra parte, la combinación de azúcar y ácido dificulta la absorción de hierro.

Cuidado con los refrescos “light”. Para evitar los problemas de peso y la diabetes no basta con tomar bebidas light. Hay que advertir que los edulcorantes sustitutos del azúcar tampoco pueden ingerirse en grandes cantidades. Son sustancias que interfieren con diversas reacciones metabólicas y pueden provocan daños cerebrales, pérdida de memoria e incluso favorecen el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer. Tenemos que tener en cuenta que los refrescos llevan bastante azúcar, en especial los “light”, hay que consumirlos con moderación, ya que pueden provocar problemas como el sobrepeso. Recuerda, placer y salud deben ir de la mano.