Sabemos que las personas que pasan una enfermedad desarrollan anticuerpos (células defensivas) y que estas están presentes en su sangre. Esta defensa natural del cuerpo permite que generemos cierta inmunidad frente a estos virus que nos acechan y que nos provocan infecciones. De este modo, si volvemos a sufrir un contagio nuestro organismo sabrá como atacarlos y la sintomatología será inexistente o muy suave. Pues bien, esta es otra de las vías que se está estudiando para combatir al coronavirus SARS-CoV-2. Por ello, diversos hospitales se encuentran realizando ensayos clínicos con plasma o sangre con anticuerpos (plasma hiperinmune) de pacientes que han superado la Covid-19. De esta manera, los científicos investigan si este plasma puede estimular el sistema inmunológico de las personas graves y para poder superar la enfermedad.
«Uno de los activos de la lucha frente a las infecciones lo constituyen los anticuerpos. Esta moléculas, que se denominan inmunoglobulinas, en este caso específicas, están producidos por un tipo de linfocitos, y se detectan en el plasma de los pacientes que han sufrido una enfermedad infecciosa y habitualmente la han superado. Estos anticuerpos específicos se unen, en este al virus SARS-Cov-19 para destruirlo. La inmunización pasiva, consiste en suministrar estos anticuerpos específicos, procedentes de personas curadas, para ayudar a otros pacientes a superar la enfermedad», explica la doctora Cristina Arbona.
¿QUÉ ES EL PLASMA CON ANTICUERPOS?
El tratamiento con plasma «consiste en la administración de anticuerpos (inmunoglobulinas) a una persona. Se puede realizar mediante la administración de estas inmunoglobulinas o por la administración más inespecífica en forma de plasma (la porción de la sangre una vez quitamos los elementos como los glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas», explica el doctor Rafael de la Cámara, jefe de Hematología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela.
Se denomina inmunización pasiva porque la persona lo recibe sin que participe en su producción. «En cambio, la inmunización convencional, o activa, es la que se realiza mediante la vacunación a la población, ya que con ella es el propio organismo el que produce dichos anticuerpos frente a estos patógenos. Es lo que ocurre con el virus de la gripe u otras vacunaciones incluídas en el calendario vacuna.
¿PUEDE CONVERTIRSE EL PLASMA COMO UNA OPCIÓN TERAPÉUTICA MÁS?
Este plasma, por tanto, al que los médicos denominan plasma ‘convaleciente’ puede convertirse en una opción terapéutica más para poder luchar frente a este coronavirus, que ya ha producido en todo el mundo 228 millones de fallecidos.
«El uso del plasma con anticuerpos no es nada nuevo», indica el doctor Rafael de la Cámara. A lo que añade, la doctora Cristina Arbona: «El plasma de convalecientes se ha utilizado desde hace muchos años, prácticamente desde 1890, para tratar muchas infecciones virales y bacterianas y se dejo se usar por la mayor efectividad de los antibióticos en el tratamiento de las infecciones bacterianas. En los últimos 10-15 años, se se ha utilizado para tratar otros brotes epidémicos de la misma familia de coronavirus, como el síndrome respiratorio del Medio Oriente y síndrome respiratorio agudo severo) incluso el Covid-19 con resultados esperanzadores, pero que necesitan ser confirmados, pues los estudios incluían un pequeño numero de pacientes. Esperamos que los grandes estudios que hay en marcha en el mundo, nos aclaren el papel del plasma en el tratamiento preventivo o curativo de esta enfermedad».
¿SI HEMOS PASADO LA COVID-19 PODEMOS SER DONANTES?
Sí, de hecho, muchos hospitales han hecho un llamamiento a la población para que aquellas personas que hayan superado la enfermedad puedan donar su plasma. Por ejemplo, ya está en marcha la colecta y distribución de plasma de estos pacientes, denominados convalecientes. En algunos casos, «ya se ha empleado su plasma para el tratamiento de pacientes graves con Covid-19», indica el especialista en hematología.
¿QUÉ REQUISITOS DEBEN CUMPLIR LOS DONANTES?
El Ministerio de Sanidad ha dado unas instrucciones sobre qué características deben tener estos donantes. A grandes rasgos, estos son los requisitos:
Deben ser personas convalecientes de Covid-19 o haber tenido infección demostrada por SARS-CoV-2. Deben estar sanas y completamente recuperadas de su infección.
Idealmente los donantes de plasma de convalecientes deberían ser reclutados a través de registros nacionales/regionales de pacientes y/o donantes que se infectaron con Covid-19 y se recuperaron. Alternativamente, los posibles donantes pueden identificarse mediante la colaboración de los hospitales donde han sido tratados, que es lo que se está haciendo en la práctica.
«Ademas, señala la doctora Cristina Arbona, de la SEHH-FEHH, recomendamos que la donación se limite a varones. En caso de mujeres se limita a aquellas sin antecedentes de embarazos (incluido abortos). El plasma de donantes mujeres se asocia con mucha mayor frecuencia a complicaciones pulmonares potencialmente graves, que empeorarían la situación de los enfermos».
¿CÓMO SE REALIZA LA DONACIÓN?
La donación de plasma es un procedimiento sencillo, que en los centros de transfusión se realiza a diario. «Se conecta al donante a una máquina de aféresis que mediante un procedimiento de centrifugación, separa el plasma (parte liquida) de el resto de componentes celulares de la sangre, los hematíes, plaquetas y glóbulos blancos que son retornados al donante. Al final nos quedamos en una bolsa unos 600 ml de plasma, este volumen el donante lo recupera rápidamente», señala la doctora Arbona.
Este procedimiento, que dura unos 30-40 minutos, «es realizado por personal sanitario totalmente entrenado y capacitado para ello, y las complicaciones son muy poco frecuentes y similares a una donación de sangre habitual», añade la vocal de la SEHH-FEHH.
¿QUIÉN PUEDE RECIBIR DICHO PLASMA CON ANTICUERPOS?
El doctor Rafael de la Cámara insiste en que el uso de este plasma convaleciente es una terapia experimental para la Covid-19. «No se ha establecido su eficacia, aunque hay algunas experiencias que apuntan a que sí podría ser útil». En la actualidad, enfatiza el especialista, «no hay tratamiento de eficacia demostrada para el Covid-19, aunque se están empleando diversos fármacos».
Por tanto, no hay establecidas unas indicaciones, ya que su eficacia no está probada ni estudiada adecuadamente. En cualquier caso, el Ministerio de Sanidad establece unas condiciones generales para su uso, que son:
El plasma convaleciente debe ser distribuido por los centros de transfusión a petición de un hospital en las siguientes circunstancias:
El paciente está diagnosticado de Covid-19 y se encuentra hospitalizado grave o por riesgo de muerte.