La culebrilla es causada por el mismo virus que la varicela, el cual permanece latente en los nervios del cuerpo durante toda la vida. Pero cuando el virus se reactiva, se hace presente en forma de herpes zóster.
En la mayoría de las ocasiones, ocurre porque el sistema inmunitario está debilitado por ciertas enfermedades. Por ejemplo, el cáncer, el VIH, un trasplante de órganos o falta de vitaminas, así como estrés, nervios o ansiedad excesivas.
SÍNTOMAS
Comienza con una sensación de hormigueo en el tronco. Según los estudios, esto varía desde un prurito hasta ardor o dolor, y precede tres días a la erupción. Luego va evolucionando hasta manifestarse ampollas con líquido en su interior.
La culebrilla suele ser dolorosa. El sarpullido se presenta casi siempre en el tórax, en especial en las zonas del vientre y la espalda; pero también hay casos en los muslos o el rostro. Otra de las características del herpes zóster o culebrilla es que aparece de un sólo lado del cuerpo. El cuadro antes descrito dura entre una y cuatro semanas.
TRATAMIENTO
No está de más decir que estos remedios caseros para la culebrilla provienen de la sabiduría popular, por lo que su efectividad no ha sido comprobada aún por la ciencia.
COMPRESAS FRÍAS. Aplica un vendaje húmedo en las erupciones de la culebrilla cuando están avanzadas. Moja una toalla con agua fría, retuerce y deja algunos minutos hasta que tome temperatura ambiente.
COMPRESAS CALIENTES. Hierve 50 gramos de verbena en 250 cc de agua por cinco minutos. Deja reposar un poco. Extiende sobre un paño de hilo y coloca en la piel, sobre la zona afectada. Repite cada vez que se seque.
BAÑOS DE INMERSIÓN. Coloca un puñado de harina de avena o almidón de maíz en el agua de la bañera. Permanece sumergido durante unos 20 minutos. Repite cada día antes de dormir, para aliviar la comezón.
BAÑOS CON MANZANILLA. La manzanilla es un calmante natural, y no sólo cuando la tomamos en infusión. En tal sentido, puede echarse directamente sobre la piel, ayudando a calmar la irritación, el dolor y la comezón. Claro, lo aconsejable es que esté a temperatura ambiente.
ACEITES. Tienes varias opciones para escoger, como el aceite del árbol de té. Vierte algunas gotas del mismo en una bola de algodón y pasa con suavidad por el área afectada por el herpes zóster. También puedes aprovechar los flavonoides presentes en el aceite de caléndula. Tiene propiedades antiinflamatorias, que ayudan a reducir la irritación y a cicatrizar.
CATAPLASMAS NATURALES. Unta miel pura o zumo de puerro fresco sobre las erupciones varias veces al día. Esto aliviará el escozor de la culebrilla. Mezcla media zanahoria hervida y picada en agua y obtén una pasta o puré. Aplica como cataplasma en las áreas afectadas por la culebrilla. Elabora una crema con semillas de pimiento y gel de aloe vera. La miel es un remedio para la culebrilla
AGUA DE LLANTÉN. Vierte dos cucharadas de llantén por taza de agua hirviendo. Tapa y deja refrescar. Embebe un algodón seco y utiliza como compresa en la zona afectada por la culebrilla.
TÉ DE TORONJIL. Tiene efectos calmantes, analgésicos y antiespasmódicos. Elabora una infusión con una buena cantidad de esta hierba y deja entibiar. Si bebes el té puedes combatir los malestares asociados (como fiebre o dolor generalizado). También puedes aplicarlo en la zona con un algodón o paño, al menos cuatro veces por día.
UÑA DE GATO. Otra de las plantas medicinales para tratar naturalmente la culebrilla es la uña de gato. Tiene propiedades antivirales y antiinflamatorias. Elabora una infusión y repite los pasos que se indicaron con el toronjil. Sin embargo, no está recomendada para mujeres embarazadas.
TÉ CON LIMÓN. Bebe varias tazas de té con limón al día y aprovecha sus propiedades antivirales. Si lo prefieres, que sea té verde. Guarda las bolsitas de té en el refrigerador y aplica sobre las ampollas de la culebrilla.
DIENTE DE LEÓN. Hierve un puñado de diente de león en un litro de agua durante quince minutos. Deja reposar. Bebe tres tazas por día de esta infusión. También tiene efecto diurético.