El pasado miércoles 16 de diciembre las autoridades en Cochabamba determinaron nuevamente la prohibición del público a los escenarios deportivos, esto luego que Wilstermann, Municipal Vinto y Aurora se aplazaran con incumplir los protocolos de bioseguridad.
Esta decisión generó un revuelo, especialmente en las redes sociales, donde la mayoría de los hinchas futboleros criticó a sus dirigentes deportivos y también a las autoridades como el Servicio Departamental de Salud (Sedes), y la alcaldía de Cochabamba.
En resumen, de todo lo que se dijo en las redes sociales, la crítica iba en sentido del porqué con el fútbol fueron muy tajantes, pero en los mercados, especialmente los más populosos, el tema del uso obligatorio del barbijo y el distanciamiento social tampoco se cumple a rajatabla y no se ve funcionarios de la alcaldía o el Sedes (como ocurrió en el partido Aurora vs. Bolívar) realizar rigurosas inspecciones, para posteriormente tomar decisiones más radicales y evitar nuevamente la propagación del coronavirus Covid-19.
Incluso estas últimas semanas en las redes, se vio videos y fotografías de algunas fiestas y lo peor, entre los asistentes tampoco existía el cumplimiento fiel de los protocolos de bioseguridad.
Sin duda uno lee en las redes sociales distintas quejas o denuncias que realizan las personas, algunas ciertas y otras no, como que algún chofer de ambulancia utilizaría como si fuera su ‘taxi’ esta movilidad oficial, algo que queda solo en las redes, pero sobre este tema puntual del fútbol y lo que pasa en otros sectores, ¿se mide con la misma vara?