El París Saint-Germain avanza a paso firme en todas las competiciones. Con un hermoso gol de Lionel Messi, derrotó 1-0 al Olympique Lyon en el Groupama Stadium y quedó como único líder de la Ligue 1, disputadas ocho jornadas del certamen. Pero además rindió otra prueba de fuego ante uno de los elencos más fuertes del torneo galo, que le planteó seria resistencia y por momentos lo puso en apuros. Así y todo, la visita generó una importante cantidad de chances para convertir y transformó en protagonista al portero Anthony Lopes.
El dueño de casa planificó el encuentro con una presión extendida como la que le planteó el Mónaco al PSG, en el único partido de la temporada en el que le arrebataron un punto. Así, en los primeros compases, no dejó fluir a su adversario. La visita, en tanto, cada vez que perdió la pelota, procuró reunir a su tropa detrás de la línea de la pelota. Y salir rápido. Agencias