La médica y concejal de Cochabamba por la alianza Súmate, Claudia Flores, que recientemente se ha sobrepuesto físicamente tras sufrir COVID-19, aseguró que consumió dióxido de cloro en su tratamiento y que el producto fue útil en su curación.
Por ello, ha pedido a sus colegas que no se «cierren», de modo que la población acceda a una «alternativa de vida» que según ella- es el dióxido de cloro, también conocido como CDS, según el diario Opinión.
La autoridad relató que estuvo en recuperación un mes y que, durante ese tiempo, recibió el producto de forma intravenosa en uno de sus brazos, mientras que en el otro continuó con los fármacos convencionales. Comenzó narrando su experiencia como paciente para después hablar como una profesional de salud.
«Quiero decirles a todos que, prácticamente, yo me he sanado con el dióxido de cloro, en un inicio, en vena. También he utilizado los medicamentos científicos. Usé remdesivir y corticoterapia. Debo decir, desde mi experiencia propia, que el dióxido hizo su trabajo inhibiendo la multiplicación de la carga viral, porque en un lado me puse el dióxido y en el otro entraban las ampollas de remdesivir y la corticoterapia. Ambos hicieron su trabajo y no hubo ningún bloqueo ni alteración. He salido bien», mencionó la legisladora.
Flores aclaró que respeta la posición y los protocolos de sus colegas sanitarios.
“Respeto el criterio de cada colega, pero también digo que a la población hay que darle una alternativa de vida”, dijo.
OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no reconoce al producto como un medicamento, al igual que una gran cantidad de médicos. La institución señala que el MMS (solución de la que deriva el dióxido de cloro), «es un químico tóxico que puede causar náuseas, vómitos e insuficiencia renal aguda si se ingiere”.