Durante la caída de Evo Morales y el Movimiento al socialismo en 2019 ocurrieron múltiples eventos donde muchos manifestaron sus sentimientos contra el partido azul.
Lo mismo ocurrió en Punata cuando en noviembre de 2019, un grupo entró en el despacho de la alcaldía pidiendo quitar el Cuadro de Evo Morales.
Por entonces alguien grito: Voy a pedir que se retire ese cuadro que está por demás, ya nada tiene que hacer ahí, nada tiene que hacer ahí. Pedían.
Yo lo voy a hacer en persona, exclamo el Concejal Ariel Guzmán.
Muy bien Ariel vitoreaba, muy bien bravo concejal, le decía la muchedumbre mientras aplaudían.
Hay que llevarlo al lugar que corresponde, dijo alguien. ¿Al rio? Otro responde. No, a Orinoca decían finalmente.
Mientras tanto el concejal agarro el cuadro y lo lanzó contra el piso donde el cristal se hizo mil pedazos y resonó entre los aplausos y el silencio.
De pronto se oyen más aplauso y el concejal pasa sobre el cuadro que aún está en el piso y rompe otros vidrios. Ahí termina esa escena.
Cerca de un año después El concejal Guzmán, se dirige a los medios afrontando un contexto diferente. El fin de semana el M.A.S. ganó en las urnas y volvió al poder. En muchas calles los militantes salieron a festejar el triunfo conocido primero en boca de urna, Punata no fue la excepción.
En esta ocasión Guzmán habla sereno y con cara de preocupación, “yo pido disculpas públicamente a toda la población punateña a hombres, mujeres, jóvenes señoritas por este hecho”, comienza el concejal.
La autoridad asegura estar muy arrepentido, asegura que lo lamenta y que no fue su intensión. Fueron momentos de nerviosismo y hasta locura asegura otra vez.
Luego el concejal se dirige a la alcaldesa, pide disculpas otra vez y pide permiso para reponer el cuadro de Evo Morales y colocarlo donde antes estaba.
En redes sociales se viralizan fotos, imágenes y amenazas para aquellos que en su momento se les enfrentaron, presentando la cara del inminente retorno del M.A.S. al poder.