Un hombre que fue condenado a 30 años de cárcel en un juicio abreviado, tras admitir que mató a su pareja el año 2019, fue beneficiado por una jueza que ordenó su salida de la cárcel Mocoví, Trinidad, en Beni, con muy pocas medidas sustitutivas a la detención.
La defensa del condenado alegó que el hombre tiene sospechas de haberse infectado con covid 19, pero el detenido no mostraba ningún síntoma y solo presentó un certificado de un médico del penal, sin ninguna prueba de laboratorio que confirme esa hipótesis.
La familia de la víctima pidió ayuda y el Observatorio de Justicia de la Fundación Voces Libres no solo se convertirá en coadyuvante de este proceso, sino que buscará el pronunciamiento de todas las instituciones que trabajan en la defensa de los derechos de las mujeres y pedirán la intervención del Ministerio de Justicia y del Tribunal Supremo de Justicia.
El feminicidio ocurrió el 1 de abril de 2019 en Santa Rosa, camino a Riberalta, Beni. Pamela Viviana Mamani Cala, de 29 años, fue asesinada por su pareja, Jaime Pimentel Marca, de 39, en medio de una discusión. Dos adolescentes quedaron huérfanos, uno de 15 y otro de 13 años.
Jaime Pimentel confesó el feminicidio ante el fiscal Orlando Aramayo y decidió someterse a un juicio abreviado en el que fue sentenciado a 30 años de cárcel en Mocoví. Poco después, la sentencia fue ejecutoriada.
La familia de Pamela Viviana considera que esta decisión muestra parcialidad y solicita la investigación de un posible consorcio de jueces y abogados por algunos indicios que han detectado.
“Según el relato de la familia, el abogado de Pimentel insistió en que su cliente tiene covid 19, pero, si esto es verdad y un laboratorio lo comprobara, lo correcto era que la jueza lo envíe a aislamiento dentro del mismo penal