El SEDES ha confirmado un caso de rotavirus en un lactante de 6 meses, una infección común en niños que causa vómitos y diarrea intensa, pudiendo llevar a la deshidratación. El tratamiento principal consiste en la rehidratación, continuando con la lactancia materna y administrando líquidos orales, aunque una deshidratación grave podría requerir hospitalización e incluso rehidratación intravenosa. Las medidas preventivas clave son el lavado de manos frecuente y desinfectar superficies.
Síntomas: Diarrea acuosa intensa, vómitos, fiebre, pérdida de apetito, dolor abdominal, deshidratación, que puede manifestarse como boca seca, llanto sin lágrimas o menor cantidad de orina.
Tratamiento: Lactancia materna: Se debe continuar la lactancia materna si el bebé es amamantado. Soluciones de rehidratación oral: Ofrecer pequeñas cantidades de suero oral o la fórmula habitual si el bebé toma biberón. No diluir la fórmula. Evitar: Bebidas azucaradas, refrescos o jugos, ya que pueden empeorar la diarrea. Hospitalización: En casos de deshidratación grave, podría ser necesario que el niño reciba líquidos por vía intravenosa en un hospital.
Prevención: Higiene de manos: Lavarse las manos a fondo con agua y jabón después de cambiar pañales, usar el baño y antes de preparar o servir alimentos.
Aislamiento: Evitar centros de atención infantil hasta 48 horas después de que los síntomas hayan desaparecido. Limpiar y desinfectar las superficies y pertenencias que usa el niño infectado.
