Como indica la tradición, hoy a medio día “nos visitan” las almas de nuestros seres queridos. En este encuentro de dos mundos, el elemento central, tanto en las casas como en los cementerios es la tradicional mesa o «mast´aku» que es armada cada 1ero de noviembre.
En esta nota le presentamos el significado de los elementos necesarios para “recibir” a las almas.
RECORDAR A LOS MUERTOS
El respeto y esta estrecha relación hacia los seres queridos que ya partieron de este mundo, es algo tan antiguo como la propia humanidad.
En el actual territorio de Bolivia, pueblos milenarios tenían sus propios rituales para honrar a sus muertos, principalmente en la región andina.
Hay investigaciones que indican que durante siglos, varios pueblos andinos, momificaban a sus muertos y que, en cierta época del año, los dolientes los sacaban de sus chullpares e instalaban una mesa donde les otorgaban alimento en medio de un ambiente de ritualidad.
Tras la llegada de los europeos, la forma de ver la muerte y los rituales que se realizaban en torno a ella, fueron cambiando, las momias andinas fueron remplazadas por las «t’anta wawas»; sin embargo se mantuvieron fuertemente arraigados varios elementos hasta nuestros días.
ELEMENTOS
La mesa o mast´aku, tiene varios elementos y objetos, entre los que se destacan; Las T´antawawas, que son panes en forma de niños y representan físicamente al difunto. Generalmente está en el centro de las mesas.
Las escaleras, estas pueden ser de masa o de dulce y ayudará a bajar y a subir del cielo a los espíritus. Los urpus representan el Espíritu Santo. Una cruz de pan, representa a cristo y protege al difunto.
La caña de azúcar, sirve como bastón a los espíritus.
La canasta, hecha de dulce que servirá para que el espíritu pueda llevarse las ofrendas y alimentos que su familia le preparó.
Los suspiros de merengue, (representa el último suspiro del difunto).
Las familias también preparan los platos de comida favorita de sus seres queridos, y también ponen las bebidas preferidas. Esto depende de cada familia.
Otros elementos son las guirnaldas, flores, frutas de temporada, velas y la foto del difunto.
Cuando se arma la mesa de una persona adulta se pone un mantel negro o morado. Mientras que si se arma un mast´aku para un niño o bebé, el color del mantel es blanco que representa la pureza de los niños que murieron.
TODOS SANTOS Y EL COVID-19
Sin duda alguna el coronavirus generó un gran cambio en Todos Santos, llegando incluso a transformar algunos elementos, como ser la «careta» que se pone a la t´anta wawa para representar al difunto, la misma que ahora aparece con un barbijo.
También hay caretas de doctores, enfermeras, entre otros personajes, en honor de los profesionales de salud que al estar en primera línea murieron en las diferentes olas del coronavirus en Bolivia.
Según datos del Ministerio de Salud, son más de 18.900 personas que desde marzo de 2020 dejaron este mundo a causa del Covid-19, muchos de ellos no pudieron despedirse, por lo que miles de familias “esperan” su llegada.
EN EL CEMENTERIO
La Alcaldía de Cochabamba permitió el armado de mast´akus al interior del Cementerio General de Cochabamba.
Esta tradición estuvo prohibida durante varios años y fue trasladada al exterior del camposanto sobre la avenida Sajama.
Del mismo modo, se permitirá el ingreso de mariachis, cantos y oraciones en el cementerio.
Sin embargo, está prohibido el consumo y venta de bebidas alcohólicas al interior del cementerio que ahora luce renovado con una ampliación del espacio peatonal en su ingreso.
CONTROLES
Personal de la dirección municipal de la Intendencia y otras unidades, harán un estricto control por parte de gendarmes municipales que harán cumplir las medidas de bioseguridad para evitar posibles casos de coronavirus.
El horario de ingreso al cementerio será desde las 7:00 hasta las 19:00 horas.