Para las personas que suelen sufrir anemia ferropénica, presentamos algunos alimentos muy ricos en hierro, así como unos consejos sencillos y efectivos para llevar a cabo diariamente.
En muchos casos el médico recetará un suplemento de hierro. Debemos tener precaución con estos suplementos, ya que estos son oxidativos y pueden favorecer lesiones, gastritis y malestar estomacal. Si nos los han recetado, conviene tomarlos siempre junto con vitamina C y consultar al médico si tenemos molestias. Además de los suplementos de hierro recetados por el especialista, podemos seguir las siguientes pautas para intentar aportar la máxima cantidad de hierro de la manera más natural posible.
1. Jugo de limón. Una fuente excelente de vitamina C, la cual nos ayuda a asimilar mejor el hierro de los alimentos. Aprovecha sus beneficios aliñando las comidas con un chorrito de jugo de limón. Hazlo especialmente con alimentos ricos en hierro, como, por ejemplo, la carne, el pescado o las ensaladas.
2. Vegetales verdes. Las altas cantidades de clorofila que contienen las verduras verdes como las espinacas, el apio, las hojas de mostaza y el brócoli son una buena fuente de hierro. Es mejor consumir espinacas cocidas, ya que crudas las hojas contienen ácido oxálico que puede impedir la absorción del hierro en el cuerpo.
3. Semillas de sésamo. Comer semillas de sésamo es otra gran manera de aumentar la ingesta de hierro, especialmente las semillas de sésamo negro. Podemos remojar las semillas de sésamo en un poco de agua durante dos o tres horas y luego molerlas hasta formar una pasta. Tómala con una cucharadita de miel.
4. Pasas y dátiles. Estos frutos secos ofrecen una combinación de hierro y vitamina C. Esto permite al cuerpo absorber el hierro de forma rápida y eficaz. Podemos incorporar un puñado de pasas y uno o dos dátiles en el desayuno o como tentempié a media mañana. También aportan energía.
5. Remolacha. La remolacha fresca también puede incorporarse a la dieta de personas con anemia. Existen estudios que sugieren que las remolachas son una fuente natural para preparaciones farmacéuticas con efectos hematopoyéticos y para el tratamiento de la anemia o las afecciones asociadas.
6. Granadas. Las granadas, por su parte, son ricas en hierro y también en otros minerales como el cobre y el potasio. Podemos tomar zumo de granada con regularidad para aumentar los niveles de energía.
7. Evitar los lácteos y el café. Al igual que la vitamina C puede mejorar la absorción del hierro, otros nutrientes pueden interferir en ella. El calcio presente en los productos lácteos y en algunas verduras puede impedir que nuestro organismo absorba el hierro de nuestra dieta; lo mismo ocurre con los compuestos presentes en el té y el café.
8. Regular la menstruación. En las mujeres, las reglas abundantes pueden ser una de las causas de la anemia. En este caso, no hay que preocuparse tanto por ingerir alimentos en hierro, sino por regular el ciclo menstrual. Para ello, lo mejor es acudir al ginecólogo en busca de recomendaciones y pautas a seguir.
9. Suplementos de hierro. Los suplementos de hierro existen en varias formas, como el fumarato ferroso, el sulfato ferroso y el gluconato ferroso. Estos productos proporcionan diferentes cantidades de hierro elemental, y los perfiles de efectos secundarios también pueden ser diferentes.
10. Tratar la enfermedad subyacente. En algunas ocasiones, la anemia puede estar relacionada con una enfermedad autoinmune. Si ese es tu caso o bien presentas importantes factores genéticos para padecerla, te conviene evitar o reducir lo máximo posible el consumo de leche y derivados lácteos.