El cónsul de Bolivia en Barcelona (España), Alberto Pareja, involucrado en el caso de supuesta corrupción en la compra de 170 respiradores, declaró que él solo cumplió instrucciones.
«Su única misión fue verificar la existencia física de los respiradores en la fábrica española. Cumplió esa tarea por instrucción del Ministerio de Salud, que consiguió su teléfono mediante la canciller Longaric”, indicó, su abogado, Luis Fernando Roca.