El coronavirus se caracteriza por afectar las vías respiratorias, por lo que las personas que tienen síntomas graves necesitan apoyo de oxígeno e incluso son entubados en respiradores artificiales. Dejando en los pacientes que se recuperaron de esta enfermedad secuelas en estos órganos, como la fibrosis pulmonar.
Por este motivo, el Sedes se encuentra preocupado por el aumento de la contaminación en el departamento, ya que esto empeora la situación de los pacientes con síntomas leves y graves de coronavirus.
“El humo provoca la inflación de las vías respiratoria y eso implica un mayor riesgo de contagio de Covid-19 (por la tos que provoca) mucho más si las personas no usan las medidas de bioseguridad, como guantes, barbijos distanciamiento”, expresó Yercin Mamani, director del Sedes.
POCO OXÍGENO
Los altos niveles de contaminación del aire en la ciudad, afecta su concentración de oxígeno, por lo que se vuelve más necesaria el uso de oxígeno medicinal para pacientes Covid-19 así como para personas con otras enfermedades respiratorias. Sin embargo, el departamento continúa a la espera de las cisternas de oxígeno que enviaron desde Santa Cruz, así como se espera que las que salieron del departamento pronto lleguen a ese departamento para poder ser recargadas.
Hasta las 20:00 de este martes, el Sedes informó que las tres cisternas cargadas se pasaron el sector del Locotal para continuar por el cruce a Tiraque, donde aún persisten las piedras de los bloqueos, pero se tendría el compromiso para dejar pasar a estos camiones, que deberían llegar a primeras horas de la madrugada hasta nuestra ciudad.
5 MIL FOCOS DE CALOR
El director departamental de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), Jaime Ponce, informó que durante el último mes se registraron al menos 5.000 focos de calor, entre chaqueos controlados y otros que se convirtieron en incendios forestales.
Lamentó que la mayoría de ellos se dieron en los Parques Nacionales, generando un doble perjuicio para la salud de la población. Por un lado, el humo y contaminación que provocan, por otro, la pérdida de vegetación que disminuye la capacidad de purificación del aire.