La pandemia anuló muchas posibilidades a las mujeres, entre ellas, el acceso a la salud preventiva. Antes del brote de virus, cada día, al menos medio de centenar acudía a controles ginecológicos, pero, durante la peor temporada del virus, esa cifra cayó a cero.
Esta situación impidió detectar precozmente algunos males en el aparato reproductor femenino como alteraciones en el cuello uterino, quistes ováricos y cáncer de mamá, entre otros.
Durante la pandemia, “no se han hecho pesquisas cérvicouterinas, con el papanicolau; no hubo revisiones de las patologías de mama, que se deberían hacer las mujeres que tienen más de 40 años de edad; Ni controlones ginecológicos rutinarios para evitar situaciones que pueden traer sorpresas”, observó el jefe de Ginecología del Hospital de Cochabamba, Marcelo E. Cortez.
El profesional acotó que este tipo de estudios preventivos se realiza al menos una vez al año, pero, desde la determinación de la cuarentena, fue postergado.
El Hospital Cochabamba, antes del brote del virus, atendía entre 60 y 50 consultas obstétricas y ginecológicas al día. Agencia