Juan Vargas es un vendedor de historietas argentino cuyo establecimiento se encuentra en una céntrica calle de Buenos Aires. Hace poco menos de un mes, sintió un gran temor luego de que unos clientes intentaran romper su quiosco. ¿El motivo? Haber comunicado que no le quedaban ni álbumes ni figuritas del Mundial de Qatar 2022. Como Juan, son miles los quiosqueros que por estos días se enfrentan a turbas enardecidas que buscan en todos los rincones de la capital argentina algo para pegar en sus coleccionables.
Muchos se preguntan el porqué de la falta de stock de álbumes y figuritas. Según quiosqueros y otras personas encargadas de la distribución, son claros los motivos que han llevado a los coleccionistas argentinos a perder la cabeza por los cromos de Messi, Di María, Paredes y otros cracks. Panini, el fabricante del álbum, no dio abasto para surtir la demanda con la aparición de nuevos actores en la venta del producto: los supermercados. La empresa italiana subestimó la capacidad de compra de los argentinos y todo terminó con una escasez que no parece tener solución clara a la vista.
El gerente de marketing de Panini Argentina, Nicolás Sallustro, dijo que “las figuritas no están agotadas”. Sin embargo, la realidad dicta que los argentinos no encuentran productos en ninguna parte de Buenos Aires. El fabricante no esperó una demanda tan grande.
EL MERCADO NEGRO
La escasez de álbumes y figuritas del Mundial Qatar 2022 ha terminado en el surgimiento de un mercado negro, donde se hace y se paga hasta lo imposible para conseguir unas láminas. Las ventas se hacen a través de WhatsApp y un solo cromo puede llegar a costar lo mismo que 300 sobres. Por otro lado, plataformas como Mercado Libre también se han convertido en lugares para conseguir figuritas. El precio varía hasta en un 40% respecto al costo original. Para algunos, se trata de un valor demasiado caro. Para otros, es simplemente un sacrificio económico que hay que hacer para llenar el Panini 2022. Agencias