Mariam Nazrala, presentadora de televisión, compartió esta mañana un video por sus redes sociales en el que denuncia que fue víctima de un «show armado» por un grupo de policías con el único fin de perjudicarla, pues la acusan de haber atropellado a un uniformado. En respuesta, la Policía y el mismo ministro de Gobierno, Arturo Murillo, pidieron a la periodista que presente una denuncia formal.
Entre llantos y con la voz entrecortada, a través del video Nazrala cuenta lo ocurrido la noche del jueves, entre las 21:30 y 22:00, en el tercer anillo interno y radial 19, cuando retornaba al canal de televisión después de haber dejado una silla de ruedas en un domicilio. En el video se la ve en un cruce de palabras con los policías que realizaban un operativo de control en la zona.
“Son unos abusivos conmigo”, se escucha decir a la periodista e insiste en que ella no atropelló al policía. A su vez, uno de los policías le responde: “¡Qué vergüenza su comportamiento de usted, usted se busca ese trato!” y luego le conmina a calmarse.
El informe policial presentado esta mañana por el coronel Gustavo Villafuerte, jefe de la Unidad de Tránsito, habla del supuesto atropello a peatón cometido por Mariam Greta Nazrala, a bordo de la vagoneta Toyota con placa 1407 XPB, donde resulta afectado el subteniente Erwin Suxo Jáuregui, del Distrito Policial N° 4, quien después del hecho tuvo que ser trasladado a la clínica Figueroa para recibir atención médica.
Sin embargo, Nazrala asegura que no atropelló al uniformado y que más bien fue el policía quien se lanzó contra su vehículo, una vez que la hicieron parar en el puesto de control.
Indica Nazrala que tras mostrar cuatro documentaciones requeridas (su brevet, su carnet de identidad, el pase de circulación y su credencial de periodista), un oficial le señaló que podía proseguir. Pero antes de poner el motorizado en marcha, uno de los oficiales se lanzó delante del vehículo «que estaba parado«, simulando el accidente.
A decir de Nazrala, curiosamente, al momento del hecho aparecieron una ambulancia y otras patrullas mientras que ella trataba de comunicarse con el canal de televisión. También aparecieron dos supuestos testigos que aseguran que lo habían visto todo, pero uno se encontraba detrás de su vehículo y «en un rato se desapareció».
Al final del video, entre lágrimas la periodista dice que espera que las imágenes captadas por cámaras ubicadas por la zona puedan ayudar a esclarecer el hecho. Insiste en que “todo fue armado” para perjudicarla.
«He sufrido, he sido víctima de maltrato sin merecerlo. (…) No puede ser que al ciudadano se lo maltrate y se lo humille de esa forma. No lo digo porque soy periodista, no importa que yo sea periodista…, todos los ciudadanos merecemos respeto. Yo en ningún momento le falté el respeto a la autoridad. Me tuvieron retenida tres horas. Me da rabia, estoy afectada, los ciudadanos no merecemos esto», expresó.
Sobre el tema, el ministro Murillo dijo que la acusación de la periodista “es grave”, por lo que se realizarán las investigaciones correspondientes. No obstante, también la conminó a presentar su denuncia de manera formal, si considera que se ha montado el caso.
De acuerdo con la explicación de la autoridad, Nazrala trató de “evadir un control policial” situación por la cual “atropelló a un policía que fue diagnosticado como policontuso”.
El ministro también criticó el hecho de que se acuse de todo a la Policía y quiso dar un alto a las denuncias de abuso que han proliferado. Ya “está bueno que de todo se acuse a la Policía”, remarcó.
El coronel Villafuerte también criticó a la periodista al señalar que después del incidente, ella publicó videos (en las redes sociales) «donde hace conocer que esto no ha sucedido y que es un show del personal policial».
«Desde marzo, la Policía boliviana viene saliendo en operativos, cumpliendo un rol importante. Nosotros estamos haciendo un sacrificio y los ciudadanos estamos en la obligación de someternos a un control, porque hay mucha gente indisciplinada, que hace mal uso de los pases de circulación», manifestó el jefe policial. El Deber