Los que se enumeran en este listado son algunos de los alimentos que influirían en nuestra subida de peso. Por supuesto, debes tener en cuenta que una vida sedentaria también es un factor de influencia.
Las comidas rápidas, hamburguesas, patatas fritas, postres y pizzas. Las pastas por sí solas no generan muchos inconvenientes, pero sí al ser consumidas con mucha salsa, condimentos y quesos. Lo que realmente engorda es lo que acompaña a las pastas.
Las carnes procesadas, los fiambres y los embutidos: Contienen grasas saturadas, sodio y calorías. Las ensaladas son muy saludables, pero así como en el caso de las pastas, no hay que confundirse. Las ensaladas convienen, pero sin exceso de aderezos. Puedes consumir una ensalada que aparenta ser sana pero, al combinarla con condimentos u otros agregados, aumentaría considerablemente sus calorías.
Las frituras: Es preferible consumir alimentos cocidos al vapor, a la plancha, horneados, asados o salteados. Los alimentos fritos absorben mucho aceite y por ende, aumentan su cantidad de calorías. Un artículo publicado en The BMJ señaló que la comida frita podría interactuar con la genética de cada persona, aumentando el índice de masa corporal.
Los refrescos azucarados: si bien muchos lo ignoran, diferentes estudios han señalado que este tipo de bebidas están repletas de azúcar. En general, aumentan los niveles de azúcar en la sangre y pueden conllevar a distintos trastornos a mediano y largo plazo, como el síndrome metabólico.
Productos elaborados con harina y azúcar refinadas: de modo similar a las bebidas azucaradas, los alimentos con estos ingredientes ralentizarían el metabolismo y aumentarían la acumulación de grasa. Además, también elevarían la glucosa en sangre y podrían incidir en el aumento del colesterol. Los chocolates blancos contienen más azúcar y, en consecuencia, engordarían más.
Los alimentos que engordan más se vuelven adictivos
¿Alguna vez te ha sucedido estar consumiendo algún alimento y querer cada vez más, sin poder parar? Esto tiene una explicación: existe un componente que es agregado en mayor medida a los alimentos salados, procesados, envasados, congelados y enlatados. También se encuentra en la comida rápida.
Se denomina glutamato monosódico, un potenciador del sabor bastante adictivo, según destacan algunas publicaciones especializadas. Es por eso que, al consumir por ejemplo una bolsa de patatas fritas, no podemos parar hasta terminarla.
Este ingrediente haría que las comidas se vuelvan simplemente deliciosas. Incluso se ha añadido un nuevo sabor, denominado umami, que significa ‘sabroso’ en japonés, que no es más que el resultado de agregar ese componente a los alimentos.
Curiosamente, el glutamato monosódico también se encuentra de manera natural en ciertos alimentos, como los que contienen proteínas, los lácteos, la carne, el pescado y varias verduras. Sus defensores afirman que los efectos negativos que se le atribuyen carecen de base científica.
¿De qué consecuencias negativas hablamos? Este aditivo, aseguran, podría provocar obsesión por los alimentos que lo contienen. Se podría generar así la aparición de sobrepeso u otras enfermedades como la hipertensión y las enfermedades del corazón, entre otras.
Como no podemos prescindir de este componente, dado que se encuentra naturalmente en ciertos alimentos, la duda radica en si sería positivo añadirlo a alimentos preparados y en qué cantidades.