El cáncer de ovario ha sido apodado “el asesino silencioso”, pues al igual que en otros tipos de cánceres, los síntomas pueden aparecer cuando la enfermedad ya está bastante avanzada y es difícil de tratar. Por todo ello, resulta necesario saber cuáles pueden ser los síntomas del cáncer de ovario.
Este tipo de cáncer es el segundo de tipo ginecológico más común entre las mujeres, pero es el que tiene más alta tasa de mortalidad, ya que en casi todos los casos se descubre cuando es demasiado tarde, según indican los expertos de la American Cancer Society.
De acuerdo con los informes de los últimos años, solo un 50 % de las mujeres diagnosticadas con cáncer de ovario logran sobrevivir hasta 5 años después del diagnóstico inicial. Esto se debe a que en muchos casos se detecta en una etapa muy avanzada. Sin embargo, los expertos aseguran que la detección temprana de esta enfermedad aumenta la expectativa de vida hasta un 95 %.
El cáncer de ovario puede aparecer en mujeres de diferentes edades, pero el riesgo aumenta a partir de los 50 años en adelante, siendo las mujeres de 65 años las más vulnerables.
Es importante informarse y conocer algunos síntomas que podrían alertar sobre un posible cáncer de ovario u otros problemas de salud. Cabe recordar que la información puede ayudar a determinar cuándo es momento de acudir a consulta médica para un chequeo y no para autodiagnosticarse.
POSIBLES SEÑALES
Los siguientes síntomas han sido relacionados con el cáncer de ovario, aunque también pueden ser señales de otros problemas de salud. Tenerlos en cuenta e identificarlos puede ser clave para detectar a tiempo esta enfermedad y recibir un tratamiento oportuno.
HINCHAZÓN ABDOMINAL:
Aunque es un síntoma común de diferentes problemas de salud, sentir el estómago inflamado y notar que el abdomen aumenta nos podría estar indicando un cáncer de ovario. Si notas que con frecuencia te ocurre este problema, lo mejor es que consultes al médico.
SÍNTOMAS DIGESTIVOS:
Además de la distensión abdominal, síntomas como la indigestión, estreñimiento, calambres y molestias abdominales, o cualquier cambio en las deposiciones, también son señales de alerta.
DOLOR PÉLVICO:
Un dolor pélvico puede ser una señal muy importante acerca de esta enfermedad. Si el dolor es frecuente y parece no tener una explicación, lo ideal es consultar al médico y evitar disfrazarlo con algún tipo de analgésico.
DOLOR DE ESPALDA:
Si experimenta dolor en la parte baja de la espalda y no tiene alguna razón para explicarlo, puede ser otro síntoma de esta enfermedad.
MICCIÓN FRECUENTE E INCONTROLABLE:
Estos síntomas pueden indicar la debilidad de los músculos del suelo pélvico o también pueden ser síntomas claros de una infección urinaria. Sin embargo, es importante consultar al médico, ya que se ha demostrado que también pueden ser síntomas comunes del cáncer de ovario.
PÉRDIDA DE PESO:
Puede ser signo de que algo va muy mal. Lo mismo ocurre cuando hay un aumento de peso inexplicable. Por lo general también se puede experimentar una pérdida del apetito o sensación de saciedad todo el tiempo.
FATIGA:
Las personas pueden sentir fatiga por muchos problemas de salud e incluso estrés. Sin embargo, este síntoma también es bastante común cuando se padece de cáncer de ovario. Sentirse frecuentemente cansado, sin energías y débil es signo de que algo no está bien.
DOLOR EN EL ACTO SEXUAL:
Si en lugar de disfrutar sus relaciones sexuales nota que frecuentemente siente dolor, consulte al médico ya que también es un síntoma común de cáncer de ovario.
OTROS SÍNTOMAS
Náuseas. Vómitos. Anemia. Dolor de estómago frecuente. Sangrado vaginal (en mujeres posmenopáusicas).
¿CUÁNDO ACUDIR AL MÉDICO?
En caso de que experimentes los síntomas mencionados anteriormente y tengas inquietudes acerca de tu salud, lo más recomendable es que acudas a tu médico. El profesional deberá evaluarte para saber qué es lo que puede estar ocurriendo y si puede ser un cáncer de ovarios. Bajo ninguna circunstancia ignores los síntomas, sobre todo, si estos te impiden hacer vida normal, persisten y se agravan con el tiempo.
Para poder realizar el diagnóstico es posible que el médico te indique pruebas como: la ecografía, la tomografía axial (TAC), la resonancia magnética y un análisis de sangre llamado CA-125.