Cuatro años buscando justicia para su hijo que fue quemado vivo

Han pasado cuatro años desde que los corazones de miles de mujeres y de hombres se quebrantaron al escuchar una grabación de los alaridos y el llanto desgarrador de Javier Canchi, el adolescente de 17 años que fue atado, obligado a beber gasolina y quemado por tres miembros de la pandilla “Teddy Boys”, a pedido de su exnovia.
El atroz crimen sucedió en 2016 y hasta la fecha los padres del joven que fue asesinado de la manera más cruel, no encuentran justicia para su hijo. Durante todo este tiempo, los progenitores vienen peregrinando ante jueces, fiscales y la Policía en busca de la tan anciada justicia; pero las investigaciones no avanzan, es más, están paradas.
Durante estos años, los progenitores, transitaron por las calles cochabambinas pidiendo apoyo económico para seguir con este proceso, pues sólo quieren que se castigue a los autores del crimen.
La madre del fallecido, contó que la progenitora de uno de los pandilleros que mataron a su hijo y se halla detenido, quiso pagarle para que desistiera del proceso.
Asimismo, la impotencia y el coraje invaden a los padres del joven asesinado, porque los autores del crimen eran menores de edad cuando lo perpetraron y ahora que los malandrines tienen más de 20 años, tampoco pueden ser procesados y recibir una sanción como adultos.

Trágico
La noche del 29 de octubre de 2016, una humilde familia empezó a transitar un calvario y la ciudadanía supo hasta dónde son capaces de llegar las pandillas en la escala de delitos y de crueldad. Javier Canchi estudiaba del cuarto curso de secundaria en el colegio Antonio Díez. Su compañero Henry Mamani dice que Javier era divertido, ocurrente y muy buen amigo. Ensayaba una obra de teatro en la que debía representar a un personaje que muere en el acto final.
Como una coincidencia fatal, o casi una premonición -dicen sus amigos, cinco días antes de ser asesinado Javier cambió su foto de perfil en Facebook y colocó la imagen de una lápida oscura con unas flores alrededor y un texto que decía: “Cuando yo me vaya en tu recuerdo llévame junto a ti. Cuando yo me aleje en tu recuerdo, llévame para siempre”.

ASESINADO

El sábado 29 de octubre, Delia exnovia de Javier, lo citó a un lugar descampado donde solo hay piedras y algunos arbustos. Las casas más cercanas están a cinco cuadras. Cuando Javier llegó, los tres integrantes de las pandillas Teddy Boys y Cártel Central, Guery, René y Gustavo, estaban escondidos detrás de unas rocas.
El asesinato de Javier estaba “cantado”, pero no de la forma en la que ocurrió. Según René, Gustavo pretendía ahorcarlo. Pero, el plan cambió cuando, en la mochila de Javier, El Choco halló una botella con gasolina que su padre le había enviado a comprar media hora antes.
“Gustavo le hizo tomar a la fuerza la gasolina y se la echó a su ropa. Después el Guery V. le prendido fuego al Javier para luego dejarlo quemándose», relató uno de los asesinos a la Policía cuando fue detenido hace tres años.