Aprovechando el feriado nacional por Corpus Christi, un grupo de amigos se dieron cita en una chichería clandestina que funcionaba a puerta cerrada.
Estas personas mientras consumían bebidas alcohólicas hacían ruidos molestos, esto molestó a los vecinos quillacolleños y denunciaron el hecho a la Policía.
Los uniformados se constituyeron al domicilio particular que funcionaba como chichería clandestina, encontrando a cuatro personas, tres de sexo masculino y una femenino, quienes fueron arrestados por infringir la emergencia sanitaria.
Bolivia vive en medio de una cuarentena dinámica pero a pesar de ello, están prohibidas las fiestas y reuniones sociales y más aún cuando de por medio está el consumo de bebidas alcohólicas.
Los infractores fueron trasladados a dependencias policiales, donde deberán pagar una multa de 1.000 bolivianos o en su defecto asumir arresto de ocho horas en celdas.