Cuba espera desde este miércoles el arribo de visitantes extranjeros a los islotes que rodean su territorio, después de tres meses de fronteras cerradas por la pandemia, aunque la jornada inició sin movimiento turístico, vital para su economía.
«Cuba reabre sus fronteras para el turismo internacional», anunció en Twitter el presidente Miguel Díaz-Canel, cuyo Gobierno reportó este miércoles un total de 2.348 casos, con 2.218 recuperados y 86 fallecidos, y considera al nuevo coronavirus bajo control.
El Ministerio del Turismo (Mintur) informó del inicio de las «operaciones (del turismo internacional) en Cayo Largo, Cayo Coco, Cayo Guillermo, Cayo Cruz y Cayo Santa María», paradisiacos islotes alejados varios kilómetros de las costas de Cuba. El resto del país está cerrado.
Sin embargo, ni el Mintur ni los medios estatales cubanos informaron sobre el arribo o la posible llegada de visitantes durante la jornada de apertura.
Especialistas prevén un reinicio lento de la actividad turística a escala global, puesto que aún hay países que operan con restricciones y con las fronteras cerradas.
En la isla, la mayor parte del territorio ya no presenta casos de Covid-19 y los brotes se concentran en su capital, La Habana, que aún está bajo restricciones, mientras que en la mayor parte del país ya inició el desconfinamiento gradual y el turismo interno.
Según el Mintur, la estrategia de Cuba para garantizar una apertura «segura» al turismo, incluye someter a pruebas a todos los turistas que arriben a la isla. Además cada hotel contará con un equipo de médicos para reaccionar en caso de contagios.
Asimismo, los turistas llegarán a los cayos en vuelos directos desde sus lugares de origen, con lo que también se evita que entren en contacto con la población cubana.
Cuba cerró sus fronteras al turismo el 24 de marzo, lo que perjudicó a su economía, que tiene en esa actividad una de sus principales fuentes de ingreso de divisas (3.300 millones de dólares en 2018).
Incluso antes de que la isla reportara en marzo los primeros casos del coronavirus -en tres turistas italianos-, el turismo cubano ya sufría el impacto de las medidas de reforzamiento del embargo que Washington le aplica contra la isla desde 1962, aprobadas por la Administración Trump.
Según cifras oficiales, entre enero y abril de 2020 el ingreso de turistas a Cuba decreció un 49%.
La ONU estima que las pérdidas del turismo del mundo en 2020 podrían alcanzar hasta los 3,3 billones de dólares a causa de las restricciones impuestas por el coronavirus.
Además, considera que, «sin un apoyo firme, la caída repentina e imprevista del turismo podría devastar las economías de los pequeños Estados insulares en desarrollo».