Los efectos dañinos que causa el alcohol en el cuerpo son numerosos y diversos. Sobre todo por el etanol, que es una droga psicoactiva que provoca efectos secundarios y altera en gran medida el organismo. En este caso juegan un papel muy importante la cantidad de alcohol ingerido, como también las circunstancias.
PUEDE SER LETAL
De hecho, un alto porcentaje de alcohol en la sangre podría provocar incluso una parada cardiorespiratoria. También se puede producir la muerte por asfixia ocasionada por el vómito. Esto sucedería cuando una persona está enajenada por causa del alcohol. En ese momento puede ahogarse con su propio vómito al no poder responder a esta necesidad.
Afecta el cerebro
El frecuente consumo de alcohol afecta a las funciones cerebrales. En primer lugar a las emociones, al provocar cambios súbitos de humor. Se altera el control de la motricidad, con mala pronunciación, reacciones muy lentas y pérdida del equilibrio.
Puede alterar la acción de los neurotransmisores, al modificar su estructura y función. Esto produce una serie de efectos, como la capacidad de reacción más lenta, los reflejos retardados. También se pierde la capacidad de coordinar movimientos, se producen temblores y alucinaciones. Por último, se pierde el autocontrol, la memoria, la capacidad de concentración y las funciones motoras se alteran.
EN EL CORAZÓN
El consumo de dosis muy elevadas puede aumentar la presión sanguínea o presión arterial. Esto ocasiona daños en el músculo cardíaco debido al efecto tóxico del alcohol.
Se debilita el músculo cardíaco y por lo tanto la capacidad para bombear se ve disminuida. Produce vasodilatación periférica, lo que ocasiona enrojecimiento de la piel y aumento de la temperatura superficial.
EN EL APARATO DIGESTIVO
Todas las molestias gástricas se deben a que el etanol erosiona e irrita la mucosa gástrica. Esto provoca ardor estomacal, el cual se puede ver incrementado si se toman diferentes clases de licores a la vez. El alcohol aumenta la producción de ácido gástrico. Esto causa irritación e inflamación en las paredes del estómago. Y, como consecuencia, úlceras y hemorragias internas que pueden ser fatales.
Se produce pancreatitis aguda, que es la inflamación severa del páncreas. Esta puede llevar a la muerte. La pancreatitis también puede ser crónica y provocar un intenso dolor permanente. El consumo de alcohol puede llevar a la persona a sufrir de diabetes tipo 2 con las graves consecuencias que esta enfermedad provoca en las personas que la padecen.
EN EL HÍGADO
El órgano que se encarga de metabolizar el alcohol es el hígado. Las enzimas del hígado transforman el alcohol primero en acetaldehído y luego en acetato y otros compuestos. El proceso es muy lento, por lo que produce daños en los tejidos del hígado.
Por la irritación y la inflamación celular hepática es probable que se desarrolle una hepatitis alcohólica. De esta manera el hígado puede transformarse primero en hígado graso. Luego puede llegar a la hepatitis y, más adelante a la cirrosis. En último lugar, puede terminar por desarrollar cáncer de hígado y causar la muerte.
La falta de los glóbulos blancos produce la falla del sistema inmunitario. Esto aumenta el riesgo de adquirir infecciones bacterianas y virales.
En el sistema reproductor, el embarazo y el feto. Disminuye el deseo sexual. Puede causar infertilidad y disfunción eréctil.
Durante el embarazo puede provocar en el feto el síndrome alcohólico fetal. Los síntomas de esta condición se manifiestan en el retardo de crecimiento, alteración en los rasgos cráneo-faciales, malformaciones cardíacas, hepáticas, renales y oculares.