La cuarentena ha sido acatada tan estrictamente por algunos padres que tienen hijos recién nacidos, que no los están sacando de casa ni para vacunarlos. Sin darse cuenta, los están exponiendo a enfermedades como la tuberculosis, poliomelitis y sarampión, entre otras.
De cada 400 niños que nacen, en promedio, cada mes en el Hospital Maternológico Germán Urquidi de la ciudad de Cochabamba, solo 100 reciben la vacuna contra la tuberculosis (BCG) que, según el esquema nacional de vacunación, se aplica durante la primera semana de vida del bebé.
Esta dosis es importante porque previene formas graves de tuberculosis, como la infección miliar y meníngea.
Sin embargo, muchos papás la están omitiendo por temor a que, al pisar un establecimiento de salud, se expongan al COVID-19. Es más, según información compartida por supervisora del Programa Ampliado de Inmunización del Servicio Departamental de Salud (SEDES), Sandra Rocha, el miedo al virus es tanto que, en la peor temporada de la pandemia, algunas mamás tomaron la decisión de dar a luz en sus casas. Agencia