La Paz
Santa Cruz es donde más coca se consume. Según el más reciente informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), el 38% de la producción de este producto se comercializa en esta región del país, casi en su totalidad para el acullico o el “boleo”.
El masticado es una práctica muy antigua asociada al trabajo y ahora está vinculada con fines recreativos.
Según el reporte de la Unodc, basado en datos de la Dirección General de la Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin), en Santa Cruz se comercializaron 9.447 toneladas de coca en 2022, un 5% más con relación al año anterior. El reporte refleja, además, un incremento sostenido desde 2012. Ese año se habían vendido 6.988 toneladas de coca en Santa Cruz y eso significa un incremento del 27% en los últimos 10 años.
Tarija y Potosí, con 3.969 toneladas y 3.319 toneladas respectivamente, siguen en la lista. Su participación en el mercado nacional es del 16% y el 13% respectivamente. Este indicador es elevado, considerando la cantidad de habitantes. La Paz, en cambio, está casi en el fondo de la tabla con 762 toneladas, por debajo de Chuquisaca donde se vendieron 1.017 toneladas de Coca. En Pando se comercializaron 193 toneladas y el negocio creció un 21%, el porcentaje más elevado del país.
Cochabamba con 2.786 toneladas representa el 11% y Oruro con 2.124 toneladas el 9%, donde el consumo es tradicional.
Por ejemplo, en el mercado 12 de Octubre, ubicado entre el 3er y 4to anillo de la zona norte, la coca se la comercializa con sabores. Los compradores son trabajadores, pero también personas que la usan para festejos. La coca ayuda a mantener la energía y también está asociada al consumo de bebidas alcohólicas. De hecho, se la vende en varias licorerías.
Antes de que la coca llegue a los compradores debe ser “machucada”. Eso ayuda a los “boleadores”. El alcaloide de las hojas sale con mayor facilidad al momento del acullicu. Por eso, donde se vende coca se escucha un martilleo sobre unos troncos donde se ponen las bolsas verdes con las hojas.
Ronald Salvatierra, comerciante, contó que los sabores que más prefiere quien viene a comprar la “tradicional hoja” son chicle, banana, maracuyá y cedrón, entre otros. El precio de estos paquetes de coca va desde los Bs 10 hasta los Bs 30. “Se la puede vender sin las puntas para no lastimar el cachete o sin el palo que viene al medio de la hoja”, dijo el vendedor y agregó que la compran desde “transportistas, albañiles hasta ejecutivos y empresarios”.
Luis Flores, otro vendedor, señaló que la hoja que más se comercializa es la que viene de la región yungueña. “(La hoja del Chapare) es más grande y un poco amarga, en tanto que la de los Yungas es más dulce y suave, además que te adormece el cachete”, dijo el comerciante que hace 10 años vende el producto. Añadió que también “han venido a comprar personas con problemas de salud”, como la diabetes.
Saúl Lara, diputado de Comunidad Ciudadana (CC) y ex ministro de Gobierno, indicó que hace mucho tiempo el acullico dejo de tener un uso “exclusivo” para pobladores de las áreas rurales, campesinos y mineros entre otros. Ahora ha ingresado a un estrato social de nivel medio alto. Agencias