Mientras la Premier League empieza a encaminarse hacia su vuelta a la actividad y este martes regresa a los entrenamientos después de más de dos meses de suspensión por la pandemia mundial de coronavirus, no todos los futbolistas están conformes. Uno de ellos es Troy Deeney, capitán del Watford, quien se niega a presentarse y tiene motivos para no hacerlo: su hijo padece problemas respiratorios y no lo quiere poner en riesgo.
Los clubes de la liga se reunieron este lunes y votaron de forma unánime para iniciar los entrenamientos en grupos pequeños pero Deeney, de 31 años, quien es el máximo goleador histórico de ‘Las Avispas’, anunció que teme llevar el COVID-19 a su casa y contagiar a su pequeño hijo de tan solo cinco meses de vida.
“Teníamos que volver esta semana. Dije que no iría. Mi hijo de cinco meses tiene dificultades respiratorias. No quiero volver a casa y ponerlo en peligro”, explicó el atacante en un podcast deportivo llamado ‘Talk the Talk’.
Troy Deeney no considera que sea seguro volver a compartir las instalaciones de su club con sus compañeros a pesar de que los entrenamientos van a ser “en pequeños grupos” y “respetando el distanciamiento social”. Tampoco saliendo de su casa habitualmente siendo que en Inglaterra tiene el segundo peor balance en términos de muertes en el mundo.
“Vamos a estar controlados y estaremos en un ambiente muy seguro, pero será suficiente que haya una sola persona (contaminada) en el grupo. No quiero traer eso a casa”, argumentó el delantero inglés que cumplirá una década como hombre de Watford en agosto.
A su vez, Deeney planteó un interesante debate sobre la reanudación del fútbol en medio de la pandemia: “No podré ir al peluquero antes de mediados de julio, ¿pero sí puedo juntarme con 19 personas en el área para disputar un balón aéreo? No veo cómo eso puede funcionar.”
Más allá de la postura de esta figura del campeonato inglés, que lleva 6 goles en 17 partidos esta temporada, el retorno de la actividad en Inglaterra ya es un hecho. Los equipos tendrían tres semanas y media de pretemporada antes de volver a la competición el 12 de junio, una fecha que está en revisión porque los entrenadores pidieron al menos cuatro semanas de entrenamientos.