Era alrededor de la una de la tarde de ese pasado viernes cuando la víctima retornaba a su casa luego de pagar servicios básicos y se apresuraba para ir al dentista cuando se cruzaría con los delincuentes sin darse cuenta.
Señala que al inicio no noto nada raro, solo vio a un joven ir en su dirección, pero pensaba que se dirigía a la tienda que estaba cerca, sin esperar todo lo que sufría después.
Mientras tanto, los dos delincuentes ya la habían señalado como su objetivo, mientras el autor material bajaba de la camioneta donde operan para darle alcance, su cómplice daba vuelta en U en plena esquina para facilitar su huida.
La joven intentó cruzar la calle y fue interceptada por el primer ladrón, quien comenzó a amedrentarla para después golpearla y arrastrarla junto al motorizado mientras le sustraía sus pertenencias.
“No me percate de lo que el móvil estaba ahí o se estaba dando la vuelta, simplemente vi al chico que se está acercando a la tienda, pero, se acercó a mí, me agarro fuerte y yo pensé que el auto era otra y le dije ayúdeme señor, ayúdeme y el chofer solo se reía, no me decía nada”, relata la joven desde una cama de hospital.
En cuestión de segundos el delincuente perpetra el robo y luego salta a la parte trasera del vehículo esperado que, de marcha, sin embargo, según el relato de víctima luego de sufrir el violento robo, se acercó al conductor del motorizado sin saber que era cómplice del ladrón y este la sujeta de las manos, para luego arrastrarla algunos metros, dejarla caer y con toda alevosía pasar sobre uno de los pies de la joven.
“Y cuando le dije ayúdeme, me agarró las manos y no me quiso soltar y de ahí ha salido fuerte y de repente solo freno y me solté y por ahí paso las llantas del auto por mi pie”, explica.
La joven queda shockeada por unos minutos en el piso y al ver que se aproxima un trufi intenta levantarse, pero no puede, aun inconsciente de las heridas que tenía, como pueda, la joven gatea a un costado de la vía y luego queda inconsciente.
“Me quise parar dos veces, no pude, solo vi todo negro porque tuve golpes en mi cabeza y es lo único que recuerdo de ahí nada más”, añade.
Cuando la joven despertó ya se encontraba hospitalizada y entre los recuerdos del evento traumático que vivió está lo que el delincuente le decía mientras le robaba violentamente.
“El chico que me abrazó que me hizo eso, tenía la cara con moretes, tenía tipo cicatriz y me decía maldita perra, maldita perra, solo me decía eso”, agrega.
La joven y su familia piden justicia, que se dé con los delincuentes, además lamentaron que no sea el primer robo de este tipo en la zona.
“Yo pido justicia que los policías, por favor me ayuden a atraparlos a esos maleantes porque no es primera vez que pasa eso en esa zona, es muchas veces, pero nadie dijo nada”, aseguro la víctima.
Su papá añadió que el municipio también debe controlar el funcionamiento de chicherías clandestinas donde asevera que los delincuentes se reúnen.
Por su parte, el Comandante regional del valle bajo, Cnl. Gilmar Quilla Assaf, explicó que las tareas investigativas iniciaron en cuanto sentó la denuncia del hecho.
“La muchacha ha llegado a sufrir lesiones graves y gravísimas, policontusiones en los miembros inferiores en vista de que ella puso resistencia en el momento en que ella estaba siendo atracada, entonces a objeto de esto resulta que le han quitado un celular y el intento era también subirla a la camioneta a la muchacha. Desde el momento de la denuncia, se activa los mecanismos de denuncia con el fin de dar con los autores y ya estamos tras de ellos, seguramente ya vamos a tener resultados”, explicó.
La autoridad policial recomendó a la población tener cuidado y cuando se pueda estar siempre acompañado.
El hecho se encuentra en proceso de investigación.