Un hombre perdió la vida después de ser asaltado y atacado con un cuchillo cuando paseaba con su enamorada en la plaza Los Próceres de las cabañas del río Piraí.
El lamentable suceso se registró alrededor de las 17:00 de este pasado jueves cuando Richard Vargas Cruz (29), se encontraba por la plaza Los Próceres, instantes en que es interceptado por dos sujetos, uno de los cuales lo amenazó con un arma blanca.
Los dos delincuentes armados de cuchillo que le pidieron entreguen sus pertenencias logrando robar una billetera con Bs 150. Vargas fue golpeado con una botella en la cabeza por un asaltante y al tratar de oponer resistencia le clavó el cuchillo en el pecho para luego desaparecer entre la espesa maleza del río.
Al verlo desangrando, su novia y una amiga corrieron en busca de auxilio siendo trasladado en un taxi hasta una clínica privada de Santa Cruz donde ingresó de emergencia y horas después falleció por desangrado.
Lamentablemente no resistió, pese a recibir las atenciones médicas pertinentes.
Agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de la Radial 17 y medio, acudieron al lugar para realizar las investigaciones.
El cuerpo del infortunado ciudadano fue trasladado a la morgue de la zona de la Pampa de la Isla para la correspondiente autopsia de ley.
La enamorada del extinto Richard Vargas, declaró que fue terrible ver cómo los asaltantes lo atacaron y directamente lo apuñalaron sin tener piedad.
Los familiares del fallecido están consternados por el lamentable hecho, mientras los agentes de la Felcc realizan pesquisas por la zona en procura de los responsables de la muerte.
Una tía llegó hasta la clínica y al enterarse de su muerte pidió justicia a las autoridades.
“Ya no hay como andar, en plena avenida lo han matado a mi sobrino. Él trabajaba, había ido a pasear con su amiga, ahí saliendo le han hecho (lo apuñalaron)”, contó entre lágrimas la tía del joven.
Un amigo bastante molesto y dolido por su inesperada partida juró vengar su muerte, asegurando que se trataba de su mejor amigo. «Juro por Dios que me la vas a pagar, mataste a mi mejor», decía afuera de la clínica lamentando su partida.
El hombre deja en la orfandad a tres pequeños niños.