Una familia fue engañada por delincuentes que se hicieron pasar por “policías”, lográndoles estafar dinero, luego de hacerles creer que uno de sus hijos había sido arrestado en una fiesta.
Varios integrantes de una familia fueron sorprendidos al ser contactados por delincuentes que les pidieron dinero para liberar a su familiar que supuestamente se encontraba en celdas.
“Supuestamente, eran policías, estábamos hablando con un teniente, un suboficial y tenían acento cruceño…entonces han hecho total un show de que, por favor, nosotros somos policías, estamos ayudando, no queremos que llegue a mayores”, explicó la víctima.
Según su relato, los delincuentes le dijeron que querían “arreglar” la situación de su hermano y dejarlo ir.
“Entonces habian -detenido- a mi hermano, lo habían arrestado por inmediaciones de Alto Cochabamba y este había estado en una fiesta, y por la fiesta ha habido peleas según él, y que por error había dado un golpe, un puñete dice a una mujer embarazada, que lo llevaron a la EPI que está en la Laguna sobre la 9 de abril”, agrega.
Presumen que se trate de una banda delincuencial organizada porque fueron varios los números que los contactaron que les fueron pidiendo diferentes sumas de dinero.
“Eran diferentes, ósea, ni siquiera era uno, diferentes cuentas, unas dos cuentas, inicialmente pedían 250 bolivianos, a mi tío le habían pedido esa cantidad 250 bolivianos y le habían dicho se lo vamos a soltar a su sobrino”, recuerda.
Lo que más los hizo preocuparse y creer que se trataba de algo real es que los llamaron y supuestamente pasaron con su hermano.
“Sí, en tiempo real ya, para que no haya problema, le voy a pasar yo como con su hermano dígale que se tranquilice, le paso con él, él es su hermano”, le dice el delincuente mientras se escucha a un hombre joven hablar y llorar.
Para su hermana no había duda porque era su voz, “era la voz de mi hermano, me decía por mi nombre, por favor, no quiero estar aquí, que le he pegado a una mujer que estaba embarazada, por favor y lloraba”, cuenta.
Finalmente, hicieron las transferencias que empezaron con 250 bolivianos hasta llegar a los 1100 en diferentes cuentas y entidades: “Hicimos la transferencia y te decían hazme un depósito de 400 más, ahora por favor hazme un depósito de 240 más”.
Luego de los pagos acordaron encontrarse con los “oficiales” en la zona sur, pero antes la joven volvió a intentar contactarse con su hermano menor, quien le contesto y le dijo que estaba en su casa durmiendo, entonces fue que confirmaron que se trataba de un engaño.
“Al final nos dijeron que nos lo iban a entregar por la avenida Suecia y se me ocurre llamarle a mi hermano, cosa que yo ya había hecho, pero no contestaba el teléfono, entonces cuando vuelvo a llamar a mi hermano, le digo donde estás, y me dice en la casa durmiendo porque él tuvo una salida noche antes…imaginábamos que él había salido, no nos percatamos”, explica.
Finalmente, la familia llegó a ser engañada depositando 1100 bolivianos, en su intento de encontrar a los delincuentes buscaron sus números de teléfono en las redes sociales donde encontraron los mismos en publicaciones de todo tipo, con las que presumen que también comenten engaños.
“Buscamos el número de celular y en Facebook están, ofrecen servicios de mudanza, servicios de varias cosas y son diferentes y no muestran su verdadera identidad”, finaliza. Tras las estafas telefónicas se encuentran en general grupos delincuenciales que con los años perfeccionaron sus estafas usando la tecnología para hacer que parezcan más creíbles, sus objetivos por lo general son conseguir dinero o crédito para seguir con sus engaños.