El monseñor Stephen Rossetti, pidió a los creyentes que estén alertas porque los espíritus infernales buscan poseer e ingresar a las almas de las personas, a través de mensajes de texto. “Los demonios utilizan todos los medios para adueñarse de los hijos de dios”, aseveró.
Contó sobre una joven que empezó a recibir mensajes de texto en su celular de números, eran frases perturbadoras en la que se le advertía que debía entregar su alma a Satanás, la mujer mientras leía en su celular fue cambiando, pues sus ojos azules se volvían amarillos y las pupilas se reducían a meros puntos. Se veían, dijo Rossetti, precisamente como los ojos de una serpiente silbante.
Y luego la joven que se acercó a él después de que una cruz al revés apareció “quemada” en su hombro. Mientras pasaba todo esto su padre también empezó a recibir mensajes de texto “sarcásticos” de los demonios. “Los textos eran una típica diatriba demoníaca: ‘Ella nos pertenece’”, dijo Rossetti.
Rossetti asegura que los mensajes parecían provenir del número de teléfono de la mujer. Sin embargo, tras una cuidadosa investigación, Rossetti insistió en que no había evidencia de que ella hubiera enviado los mensajes.
“Por cierto, varios exorcistas han tenido la misma experiencia, recibiendo mensajes de texto de demonios, ¿y por qué no?” Dijo Rossetti. “En el pasado se metieron con la electrónica: televisores y luces que se apagaban y se encendían por sí mismos. Ahora se meten con los teléfonos móviles “.
Sin embargo, la mujer tenía más de qué preocuparse que los mensajes de texto del infierno.
“Cuando era niña, el padre la dedicó a Satanás”, dijo Rossetti. “Si alguien es lo suficientemente pervertido como para unirse a un culto satánico para empezar, entonces no es exagerado imaginarlo ofreciendo a sus hijos a su ‘dios’”.
A medida que la joven creció, encontró su camino hacia la fe católica en busca de consuelo. “A los demonios no les gustó eso”, dijo. “Y la reclamaron quemando esa cruz en su hombro. Entonces comenzó la batalla espiritual”.