La asambleísta departamental Lizeth Beramendi hizo pública ayer, una denuncia por presuntos cobros y contratos irregulares en la intendencia de Quillacollo, toda vez que 10 guardias municipales habían cobrados sus sueldos desde el mes de marzo y que fue cuando iniciaron sus labores como gendarmes este año. Sin embargo, existirían boletas de pago, sobradas, desde el mes de enero.
«Han hecho figurar que él junto a otros nueve compañeros trabajaron desde enero. Quién cobró los sueldos de 10 gendarmes municipales, dónde están los casi 50 mil bolivianos, quién ordenó e hizo aparecer las boletas», dijo.