La cooperativa de los cochabambinos, desde hace unos años comenzó a ser el blanco de críticas por parte de la población, no solo por el aumento en tarifas o problemas con sus servicios, sino que comenzaron los rumores de “roscas” en su interior, así como malversaciones de recursos económicos.
La Cooperativa de Telecomunicaciones y Servicios Cochabamba (Comteco) está básicamente administrada por una Asamblea General, elegida por todos los socios, y dos Consejos -Administrativo y de Vigilancia-, que antes eran electos también por los socios, pero ahora son los miembros de la Asamblea quienes lo hacen.
Sin embargo, son numerosas las denuncias que exigen esclarecer cuáles son los sueldos de estas personas que son las que deciden qué hacer la cooperativa. En redes sociales circula que cada uno de estos miembros gana aproximadamente 35.000 bolivianos cada mes; un salario excesivo que no solo pone en tela de juicio el estado económico de la telefónica, sino que crea la susceptibilidad de que realmente exista un grupo de personas que juegan al pasa pasa con estos cargos. Sin embargo, se desconoce cuál es la realidad.
La Voz trató de comunicarse con Hugo Franco, presidente del Consejo Administrativo, para aclarar esta situación, así como otras cuestionantes que nos llega de la población; pero éste no contestó su celular.
NO HAY DIVIDENDOS
“Antes cada año había la Asamblea de Socias y después no pagaban los dividendos. No era mucho, máximo 200 pesos, por ahora no hay ni eso”, cuenta doña Angélica, una socia desde la década de los ’90.
Como ella son muchos que se quejan por no recibir esos “excedentes” que antes generaba la cooperativa, que es la más grande y tradicional del departamento.
“Antes sí era una cooperativa del pueblo, ahora parece una empresa donde solo pagar tu factura. No hay beneficios. (…) Eso del Club Gente Grande es mentira, son dos años que trato de entrar, pero siempre dicen ‘está lleno’”, comentó muy molesto don Víctor, un adulto mayor, que dice que fue uno de los primeros socios de Comteco. Mientras tanto, los reclamos por una rebaja en los servicios son cada vez mayores, más aún cuando la calidad de algunos de ellos, como el internet, es pésimo y costoso.