En un operativo sorpresa, la Policía Boliviana descubrió un arsenal clandestino en una vivienda de Falsuri, Quillacollo, vinculado directamente con los violentos bloqueos y enfrentamientos ocurridos en el puente Parotani. Este hallazgo revela la existencia de una red organizada dedicada a la fabricación y distribución de explosivos caseros, dinamitas y armas de fuego, elementos utilizados en los recientes conflictos que paralizaron la región durante 23 días.
“Estamos ante un caso alarmante. Los explosivos encontrados tienen las mismas características que los utilizados en los enfrentamientos en Parotani. Todo apunta a que este lugar era un centro de operaciones clave para los bloqueadores”, afirmó el coronel Edson Antonio Claure Mora, comandante departamental de la Policía.
El hallazgo que desató la alarma
El operativo, realizado con autorización del Ministerio Público, tuvo lugar en la hacienda Falsuri, propiedad de la familia Chipana. La denuncia inicial indicaba la presencia de grupos armados que habían agredido a comunarios utilizando dinamita, petardos y armas de fuego.
Durante la intervención, los agentes encontraron un arsenal distribuido en dos habitaciones:
En la primera habitación se encontró, una escopeta, dos rifles de caza, municiones, cápsulas de gas lacrimógeno, y explosivos caseros que, según las primeras investigaciones, serían dinamitas similares a las incautadas en operativos en Parotani.
En la Segunda habitación se puedo también descubrir dos revólveres cargados, tres cajas de petardos, una caja de petardos tipo granada y más explosivos de fabricación casera.
El material, según la Policía, fue diseñado para generar caos y destrucción, y está siendo analizado por expertos para confirmar su composición y uso en los conflictos recientes.
Red de violencia organizada
El hallazgo apunta a la existencia de una red que no solo fabricaba, sino que también distribuía explosivos a los grupos de bloqueadores. La Policía identificó a nueve sospechosos que habrían utilizado estos materiales para perpetrar ataques violentos en la zona, agrediendo a comunarios y generando un clima de tensión y miedo.
“El nivel de organización detrás de este arsenal es preocupante. Estamos trabajando para desarticular completamente esta red y llevar a los responsables ante la justicia”, agregó el coronel Claure.
Impacto social y exigencia de justicia
Este caso ha generado indignación entre los vecinos y pobladores de la comunidad de Falsuri, Quillacollo, quienes exigen acciones contundentes para frenar el avance de estas actividades clandestinas que han afectado directamente la tranquilidad de su comunidad. Las autoridades han prometido intensificar las investigaciones y reforzar la seguridad en las regiones más vulnerables para prevenir futuros conflictos.
El descubrimiento de este arsenal clandestino no solo refuerza la preocupación por la escalada de violencia, sino que también evidencia la necesidad de implementar medidas urgentes para restaurar la paz y la estabilidad en Cochabamba y en todo el país.