Se trata de tres mujeres que operan bajo la modalidad de descuidistas ingresando a diferentes negocios de la ciudad y para pasar desapercibidas fingen ser clientes.
Uno de sus últimos robos quedó registrado por cámaras de seguridad de una librería de donde sustrajeron un teléfono celular.
Según el testimonio de las víctimas, las delincuentes ingresaron al lugar como cualquier cliente, distrajeron a la encargada y mientras tanto una de las mujeres pasar tras el mostrador de la librería para llevarse su celular, que se encontraba en una de las vitrinas.
Los afectados alertan a los negocios sobre la presencia de las mujeres que logran llevarse objetos de valor en cuestión de segundos.
Buscan identificar a las delincuentes y piden a la policía detenerlas.