Los traspiés, uno a uno.
Precisamente, el más reciente traspié es el que cometió Vásquez, el 29 de mayo, cuando declaró que tiene ojos verdes, pelo crespo y es blanco, y que esos rasgos hacen que no “sea compatible con el resto de los seguidores del Movimiento Al Socialismo (MAS)”. Esas expresiones provocaron su destitución.
Otro de los gafes fue protagonizado por el ministro de Hidrocarburos Víctor Hugo Zamora, el 29 de mayo, cuando declaró: “De acuerdo a un análisis estadístico, la cuarentena rígida ahorró casi un par de millones de muertes a los bolivianos”. En las redes, le criticaron porque supuestamente a base de ese cálculo, tendría que haber una cantidad de contagiados que supera a la población de Bolivia.
El 14 de mayo, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, agradeció a Dios porque en la presidencia está Jeanine Añez y no Evo Morales.
“Dios ha sido tan sabio que ha dejado una mujer de gran corazón a cargo del Gobierno (…) Gracias a Dios estamos en manos de Jeanine Añez, quien ha sabido manejar con firmeza y claridad lo que nos está pasando”, dijo. En las redes hubo quienes compararon la expresión con las que en su momento hicieron autoridades del MAS sobre que Morales era “enviado de Dios”.
El 4 de mayo, Yerko Núñez, ministro de la Presidencia, admitió que por “razones humanitarias” el 2 de mayo trasladó a la exmiss Rurrenabaque, Yarakoby Shiraishi, en una aeronave de la FAB. “Se encontraba mal de salud”, dijo. Días después, el ministro pidió disculpas.
A principios de mayo, Wilfredo Rojo, exministro de Desarrollo Productivo, tuvo un tenso momento con el periodista Ramon Grimalt. En una entrevista, el comunicador le preguntó si reactivar la agroindustria implicaba que Bolivia se abra a los transgénicos de un modo mucho más contundente que en el Gobierno anterior. A lo que Rojo respondió: “¿Qué opinión tiene usted de los transgénicos?”. El periodista replicó: “Mi opinión es absolutamente irrelevante. Usted es el ministro, yo soy periodista”.
En mayo, en Potosí, en La Paz y Santa Cruz, artistas denunciaron que recibieron “víveres miserables” del Ministerio de Culturas. El tema generó revuelo, primero, en Potosí, aunque después Culturas, dirigido por la ministra Martha Yujra, informó que el personal que llevaba los víveres a esa región fue asaltado y tomado de rehén en Llallagua, por lo que “tuvo que resignar gran parte de los suministros”.
El 11 de marzo, el ministro de Educación, Víctor Hugo Cárdenas, en referencia a la determinación de Oruro, indicó que no había motivos para suspender las clases, puesto que sería “contraproducente y crearía pánico”. No obstante, días después, el Gobierno decidió suspender las clases en todo el país y en todos los niveles.
En diciembre de 2019, se denunció que en los canastones navideños del Ministerio de Culturas se entregó una frazada con la imagen de Yujra, ministra de ese despacho. No obstante, desde esa cartera de Estado se sostuvo que la autoridad no conoció ni intervino en la entrega navideña.
vía: página siete