Haciendo un disparo con su escopeta para llamar la atención de las personas próximas, así pedía auxilio Jhonatan Acosta Abuid, el hombre de 30 años que se encontraba perdido en medio de la selva en Baures, Beni.
Pero no fueron solo horas de su desaparición, sino que pasaron 31 días en el que Jhonatan estuvo perdido en busca de una salida o de ser rescatado de la selva.
El hombre quedó desorientado y sin su grupo de amigos luego de que se internara en el bosque para cazar, pero sus amigos al ver que Jhonatan nunca regresó, salieron a pedir ayuda.
Fueron 31 días de incertidumbre, en algún momento los familiares perdían las esperanzas, pero no cesaban la búsqueda. Los familias, amigos, comunarios y hasta con apoyo de la Policía, realizaban a diario rastrillajes en el bosque, búsqueda que no tenían resultado.
Sin embargo, a las 15:00 del sábado 25 de febrero, el grupo de pobladores, amigos y familiares que estaban por la comunidad La Asunta, buscando a Jhonatan, escucharon el disparo y una voz que llamaba por ayuda.
«Por favor, sáquenme de aquí. Yo les voy a pagar», eran las palabras que gritaba Jhonatan.
Las personas que lo escucharon primero creyeron que era otro de los hermanos del hombre desaparecido, sintieron un poco de miedo hasta que reconocieron a Jhonatan.
Su rostro estaba hinchado, por momentos se sentaba, se acostaba, sus fuerzas eran casi nulas, estaba desorientado, flaco y deshidratado, pero su única arma de defensa era su escopeta, la misma con la que ingresó para cazar.
Uno de los comunarios que lo encontró, relató que encontraron a Jhonatan, gracias a él mismo luego de que diera un grito pidiendo ayuda.
«Rompimos el monte, él se acercó a nosotros, estaba con su escopeta y por eso lo reconocimos», contó uno de los comunarios.
Desde su hallazgo hasta salir del bosque a la comunidad La Asunta, y luego ser trasladado hasta Baures, pasaron las horas, llegando aproximadamente a las 21:00 al hospital donde fue internado, ya que presentaba desgaste en su cuerpo, estaba deshidratado y tenía algunas lesiones.
«Es un milagro de Dios, Dios lo ha conservado vivo», expresaba uno que otro poblador de Baure al ver que llegaba Jhonatan a bordo de una camioneta.
Omar Acosta, papá de Jhonatan, luego de ver que su hijo fue ingresado al centro de salud y que los médicos le informaran sobre su estado, salió a agradecer a la población que se concentró para celebrar que su hijo fue encontrado con vida. Agencias