Devastador terremoto suben a 2.500 muertos

Afganistán ha sufrido uno de los terremotos más devastadores de las últimas décadas en el país. En el seísmo, a unos 35 kilómetros al noroeste de la ciudad de Herat, murieron al menos 2.445 personas, mientras que más de 2.000 resultaron heridas y alrededor de 1.329 casas, destruidas, ha informado este domingo Janan Sayeeq, portavoz del Ministerio de Desastres del Gobierno de los talibanes. Sayeeq había asegurado previamente en una rueda de prensa que los heridos ascendían a 9.000.

Los potentes terremotos que golpearon el sábado la provincia de Herat, en el oeste de Afganistán, han causado más de 2.500 muertos y más de 9.000 heridos, mientras equipos y organizaciones humanitarias apuran las tareas de rescate de víctimas, según ha informado este domingo el portavoz del Ministerio de Gestión de Desastres, Mula Janan Sayeq.

Un gran seísmo de magnitud 6,3 tuvo lugar a las 12:11 horas del sábado (+5:30 GMT) a 14 kilómetros de profundidad y a 33 kilómetros de la ciudad de Zindah Jan, ubicada en la provincia de Herat y epicentro de los terremotos. Le siguieron cuatro réplicas consecutivas de 5,5; 4,7; 6,3; y 5,9 respectivamente en un lapso de una hora; y otras dos un poco más tarde de 4,8 y 4,9. Se trata de uno de los seísmos más mortíferos en el país asiático en las últimas dos décadas.

El director de prensa del Ministerio de Gestión de Desastres, Mula Janan Sayeq, ha asegurado este domingo a Reuters que 2.500 personas murieron, 9.240 resultaron heridas y 1.329 casas fueron dañadas o destruidas.

Las autoridades del país enviaron al menos diez equipos de rescate a la zona para atender a los sobrevivientes y proporcionar insumos, como agua, comida y medicinas. Instituciones humanitarias como la Organización Mundial de la Salud o la Sociedad de la Media Luna Roja Afgana (ARCS) también se encuentran sobre el terreno agilizando las tareas de rescate, atendiendo a las víctimas y desplazando a los habitantes a zonas más seguras.

Más de 200 muertos fueron traslados a distintos hospitales, ha señalado un funcionario del departamento de Salud de Herat, quien ha precisado que la mayoría eran mujeres y niños. Los temblores provocaron el pánico en Herat, según declaró el sábado Naseema un residente en la ciudad. «La gente abandonó sus casas, todos estamos es la calle», aseguró en un mensaje de texto a Reuters.

El sistema sanitario afgano, que depende casi por completo de la ayuda extranjera, ha sufrido recortes drásticos en los dos años transcurridos desde que los talibanes tomaron el poder, el 15 de agosto de 2021. Entonces se interrumpió gran parte de la financiación internacional que lo apuntalaba. Muchas ONG nacionales y extranjeras que prestaban asistencia médica a la población se vieron obligadas a dejar de hacerlo a falta de fondos.

La huida de numerosos sanitarios del país tras el retorno de los fundamentalistas al poder, así como la prohibición de trabajar a las mujeres por parte de los talibanes, ha asestado dos nuevos golpes a una sanidad que ahora deberá hacer frente a un número muy elevado de heridos por el seísmo, algunos muy graves. Aunque se supone que las afganas que trabajan como sanitarias pueden seguir haciéndolo, no está claro si esa excepción a la prohibición de trabajar a las mujeres, se respeta en todos los casos.

GRAN ACTIVIDAD SÍSMICA

El país asiático se encuentran entre los países más propensos a desastres naturales, al estar situado en la cadena montañosa del Hindu Kush, un punto de gran actividad sísmica y habitual punto de origen de movimientos telúricos en la región. Además, Afganistán cuenta con una población muy vulnerable, mayormente pobre, además de carecer de infraestructura suficiente para hacer frente a desastres como inundaciones o terremotos.

A finales de junio de 2022 un terremoto similar de magnitud 5,9 en las provincias afganas orientales de Paktika y Khost, fronterizas con Pakistán, provocó la muerte de más de mil personas y unos 1.500 heridos, así como la destrucción de cientos de viviendas.

Afganistán sufrió también una de las mayores catástrofes causadas por terremotos en 1998 en el norte del país, cuando en febrero dos seísmos de magnitud 5,9 y 6 causaron la muerte de unas 4.000 personas. Pocos meses después, a finales de mayo, otro seísmo de magnitud 7 volvió a sacudir la zona y causó unos 5.000 muertos. Agencias