Ángel Di María: El de la zurda picante que regatea como en el potrero. El que dibuja corazones con los dedos para gritar sus goles. El dueño de la «11» albiceleste. El socio silencioso de Messi. El Fideo de Rosario. El que le dice adiós a la selección argentina en su última Copa América.
Di María es el del gol heroico ante Nigeria en Pekín-2008 que valió un oro olímpico. Es el del gol agónico a Suiza que abrió la puerta de los cuartos de final en el Mundial-2014. Es el del gol histórico a Brasil en el Maracaná en el 2021 con el que Argentina volvió a conquistar a América.
Ese escurridizo driblador surgido en el semillero de Rosario Central fue el mismo que anotó el 2-0 en el baile (3-0) que la Albiceleste le dio a Italia en Wembley en la Finalissima a mediados de 2022, una suerte de premonición de lo que estaría por suceder en Catar.
Y así fue. Su gol cumbre llegó en el Mundial-2022: el del 2-0 a Francia, a los 36 minutos, en la inolvidable final en el fastuoso Lusail, cuando culminó la mejor jugada colectiva de la Copa Mundial, la que a un toque involucró a Nahuel Molina, Alexis Mac Allister, Messi, Julián Álvarez, nuevamente Mac Allister, hasta terminar en su zurda bendita.
A tres meses de cumplirse 16 años de un partido contra Paraguay en Buenos Aires en la ruta clasificatoria al Mundial-2010, que marcó su debut en la selección absoluta, el ciclo de Di María en la Albiceleste llega a su fin en la Copa América de Estados Unidos-2024.
La historia
En aquel 2008 un muchachito flaco y desgarbado de 20 años comenzaba a llamar la atención en Europa cuando a pura gambeta destrozaba las defensas portuguesas con los colores del Benfica.
Lo que no imaginó el Fideo, hoy con 36 años, es que ese partido ante la Albirroja, en el que apenas estuvo en los primeros 45 minutos, sería el inicio de un largo camino de éxitos y sinsabores con la selección, de la que siempre fue protagonista para bien y para mal.
«La Copa América [de Estados Unidos-2024] será la última vez que vista la camiseta argentina», fue el anuncio del Fideo en sus redes sociales el 23 de noviembre de 2023.
Y se permitió el lujo de hacerlo en un escenario inolvidable para él y para la Albiceleste: el Maracaná, donde minutos antes Brasil sufría su primera derrota como dueño de casa en la historia de las eliminatorias sudamericanas.
«(…) con todo el dolor del alma y sintiendo un nudo en la garganta me despido de lo más hermoso que me pasó en mi carrera, vestirla, sudarla y SENTIRLA con todo el orgullo», concluyó aquel mensaje.