Diez mafias del narcotráfico internacional operan en tierra boliviana

El negocio del narcotráfico en Bolivia atrae a las mafias vinculadas a la comercialización de drogas. Son al menos diez bandas criminales que tienen presencia en territorio nacional con emisarios y que venden la cocaína refinada boliviana en diversos puntos del planeta. Las principales son brasileñas y la mayoría son de Colombia y México, quienes tienen negocios con mafias europeas y también del Medio Oriente.

EL DEBER accedió a un informe de inteligencia de la Policía colombiana. En el documento se explica el trabajo de las policías de la región y la coordinación que existe con la estadounidense Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).

El informe detalla que son diez bandas criminales que operan en Bolivia desde sus regiones. De Brasil están el Primer Comando de la Capital (PCC) y el Comando Vermelho. De México se muestra al Cártel de Sinaloa y al Cártel de Los Zetas. De Perú figura Sendero Luminoso. Y de Colombia se apunta al Clan del Golfo (también conocido como Los Urabeños), el Cártel del Norte del Valle y los grupos paramilitares involucrados al narcotráfico, como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), las Autodefensas Campesinas de Casanare (ACC) y Los Rastrojos.

“Estas organizaciones criminales toman decisiones de nivel estratégico en sus lugares de origen, mientras que en Bolivia únicamente se deciden cuestiones de tipo táctico. Además, su capacidad económica les ha permitido en el país altiplánico penetrar y cooptar diversas entidades de la sociedad civil que han contribuido a su legitimación”, dice el informe. Estas mafias, según el documento, transportan la cocaína que se refina en Bolivia a diferentes países y son las que hacen negocios con bandas criminales de otros continentes. En ese grupo destacan mafias rusas, italianas, españolas y de Medio Oriente. Además, el documento pone en bajo perfil a las mafias nacionales, que, por lo general, dice el documento, son clanes familiares bolivianos con contactos en la política, la justicia y la Policía Boliviana. Agencia