Cuando César Salinas estaba en la presidencia de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), esta entidad había fijado una postura con respecto al fantasma Fabol, una entidad que legal y jurídicamente no existe según dirigentes, abogados deportivos, incluso el presidente del Tribunal de Resolución de Disputas (TRD) que apuntaba a esa inexistencia jurídica de este ente que lo manejan los “eternos dirigentes-abogados”, que son muy criticados por el aficionado.
La federación con Salinas decidió desconocer a esta supuesta agremiación de jugadores, pero ahora las cosas cambian, especialmente cuando se quiere llegar al poder como sea y donde todo vale. Resulta que Fabol pidió una reunión con Robert Blanco, a quién lo reconocen como presidente de la FBF y cuando se pensó que Blanco iba hacer caso omiso a esa carta, este decidió aceptar, generando un repudio contra este dirigente.