Ante la alta afluencia de personas en el SEGIP, durante esta semana se registraron impases entre la población y los funcionarios.
Todo se habría generado por una aparente demora en la atención, el reclamo por no respetar los turnos y no darles preferencia a mujeres embarazadas.
Poco a poco las quejas se transformaron en peleas y discusiones donde los que esperaban reprochaban que esperaron por casi cuatro horas sin ser atendidos.
Entre las personas que esperaban también se encontraban mujeres con niños en brazos, cuando una de las personas que aguardaba terminó por discutir con uno de los funcionarios a quien reclamaba por la mala atención, mientras este trataba de justificar que se respetaba la fila, pero que algunas personas con observaciones retornaban para terminar sus trámites.
“Hemos esperado mucho”, “hace 45 minutos que estamos esperando”, reprocharon algunas personas.