Intentando evitar aglomeraciones familiares fueron desde temprano a visitar a sus seres queridos al cementerio de Quillacollo, pero se encontraron con la sorpresa de que las puertas del campo santo se encontraban cerradas.
Molestos por no poder ingresar para visitar y llevar flores a sus difuntos, los dolientes procedieron bloquear las calles adyacentes del cementerio exigiendo que se abra para poder ingresar.
Cuestionaron la determinación del municipio asegurando que todos los cementerios en municipios vecinos están abiertos excepto este.
“Queremos que abran el cementerio”, “Queremos entrar media hora, mañana y pasado estará más lleno”, aseguraron los movilizados quienes sostienen que fueron un día antes de todos santos para evitar las filas y masiva presencia de dolientes.
Con la voz entrecortada algunos lamentaron que desde que inicio de la pandemia no pudieron ingresar y en esta fecha especial esperaban mayor tolerancia.
Los dolientes exigían a gritos el reclamo a autoridades para poder entrar al campo santo.