Doña Vita una anzaldina que popularizó a Cholita Marina y la gastronomía de antaño

Un fogón, un celular, una voz naturalmente melodiosa y su innato talento para la gastronomía y la música hacen de Vitalia Zeballos Flores, una artista valorada no solo por los bolivianos sino también extranjeros.

“Doña Vita” como le dicen de cariño sus seguidores nació en Anzaldo en la provincia Esteban Arce, es una cochabambina de cepa. Sus primeras manifestaciones artísticas se dieron en la música cuando aún era una adolescente, a los 18 años empezó a cantar coplas de Carnaval, Santa Veracruz y de Todos Santos

El talento lo heredó de su padre que tocaba el acordeón, fue él quien la impulsó a dedicarse a la música, una vez que empezó, su éxito fue inmediato en los valles qochalas.

El año 2000 participó de un festival de coplas organizado por Lauro, y gracias a este grabó su primer disco con 12 temas entre huayños y cuecas.

CHOLITA MARINA UN ÉXITO ROTUNDO

Una vez que se inició en la vida artística junto al que actualmente es su esposo formaron varios grupos como ser los Puriskiriris, Caminantes y Rakaypampa con la que popularizaron la canción “Cholita Marina “, esta fue un éxito nacional, pues ¿quién no ha disfrutado esa pegajosa tonada y la ha bailando como si fuera la última vez en la vida?

“Viajamos por varios lugares de Bolivia, cuando cantaba el tema pensaban que me llamaba cholita Marina, les tenía que aclarar que yo era Vitalia”, recordó.

Posteriormente continuó junto a la orquesta “Los del Valle”, con quienes actualmente sigue haciendo música, tuvieron presentaciones hasta el año 2020, la última fue el 9 de marzo antes de que llegue la pandemia a la Llajta.

Recientemente retomó la actividad musical, y actualmente tiene proyectado grabar nuevas canciones y tener presentaciones en varias regiones del departamento y el país.

ENCIERRO OPORTUNIDAD PARA LA COCINA

Vitalia contó a LA VOZ que durante el confinamiento las familias empezaron a cocinar en casa; sin embargo, tras unas semanas las ideas se fueron acabando por lo que, en una primera instancia sus amistades la llamaban para preguntarle cómo elaborar algunos platos tradicionales de la gastronomía cochabambina.

Empezó indicando a sus conocidos, pero llegó el momento en el que pensó ¿Por qué no enseñar a cocinar a través de las redes y llegar a más gente? Fue así que nació su canal en YouTube “Vitalia Zeballos, Cocinado a mi Gusto”.

Inició con platos como el lapping, pique, chicharrón, lechón, pampaku, chanka de conejo y otras comidas tradicionales de la Llajta, incluso enseñó cómo realizar panqueques.

A medida que aumentaban sus seguidores también los pedidos de platos específicos y la mayoría eran aquellos que comían las abuelas, es decir, la gastronomía de antaño.

Tuvo que viajar al pasado y recordar lo que cocinaba su abuelita o su mamá y los tutoriales llegaban a las amas de casa con menús con pejtu de habas, phiri de trigo, lagua de quinua con maní, relleno de achojcha al horno o el tradicional uchuku aiquileño, además de guisos con la flor del chilijchi (esto solo en octubre).   

Sus videos también están dirigidos a fechas especiales, como Navidad, Año Nuevo o Semana Santa para lo cual elaboró los 12 platos tradicionales “sin carne” que se come en esta fecha.

MILES DE SEGUIDORES

Vitalia tiene en su canal de YouTube 55.200 suscriptores, en TikTok 20.000, además de los de Instagram, su primer objetivo es llegar a los 100.000. No es un sueño imposible de alcanzar, ya que gracias a su carisma y sencillez con la que explica cada una de las recetas tiene todo a su favor.

Los comentarios en su canal son todos positivos, la razón es que además de mostrar la gastronomía qochala también enseña sobre los valores de familia ya que alguna vez son sus hijos quienes la acompañan a preparar y degustar los deliciosos platos.

Ver uno de sus tutoriales es un acto de relajación, puesto que más allá del aprendizaje gastronómico se observa un fogón a leña, un amplio jardín y una maravillosa huerta de la que saca muchos de los ingredientes que utiliza.

Uno de los objetivos de doña Vita es poder cocinar para fundaciones u hogares para poblaciones vulnerables, todo es cuestión de tiempo y ella está segura de que va encaminada a lograrlo y compartir su éxito con quienes más lo necesitan. (Priscila Pinell)