Dos cocaleros son asesinados descuartizados e incinerados

Dos jóvenes cocaleros de 21 y 23 años murieron descuartizados y después quemaron sus cadáveres. Se presume que su muerte está relacionada al narcotráfico.

El testimonio de uno de los prófugos por este doble crimen reveló detalles escabrosos sobre la muerte de Freddy Claros Arauyco (21) y Edwin Barrionuevo Cayo (23).

“Yo no participé del hecho, a mí solo me mandaron a traer gasolina, el que los mató fue mi hermano Eladio Rojas Alba, utilizando un arma de fuego (escopeta), para luego descuartizarlos y quemarlos con leña y gasolina hasta dejarlos ceniza”, relató el hijo de Juan Rojas Alba, el mototaxista David Rojas Rosel, corroborando lo que dijo su padre el día en que los familiares de las víctimas del crimen lo obligaron a llevarlos hasta el sitio donde estaban los restos.

En el informe policial sobre lo ocurrido, se detalla que Juan Rojas logró escapar cuando era llevado hasta el lugar donde fueron encontrados los restos, presuntamente de los jóvenes reportados como desaparecidos el 9 de octubre.

David fue testigo de lo que sucedió con su padre, debido a que este lo llamó cuando una turba, movida por los familiares de los asesinados, lo habían obligado a contar lo ocurrido, delatando a su hermano que también está prófugo.

El informe policial establece que los hermanos Eladio y Juan Rojas Alba son buscados como los principales sospechosos del doble crimen.

“Yo no participé del hecho, a mí solo me mandaron a traer gasolina, el que los mató fue mi hermano Eladio Rojas Alba, utilizando un arma de fuego (escopeta), para luego descuartizarlos y quemarlos con leña y gasolina hasta dejarlos ceniza”, relató el hijo de Juan Rojas Alba, el mototaxista David Rojas Rosel, corroborando lo que dijo su padre el día en que los familiares de las víctimas del crimen lo obligaron a llevarlos hasta el sitio donde estaban los restos.

En el informe policial sobre lo ocurrido, se detalla que Juan Rojas logró escapar cuando era llevado hasta el lugar donde fueron encontrados los restos, presuntamente de los jóvenes reportados como desaparecidos el 9 de octubre.

David fue testigo de lo que sucedió con su padre, debido a que este lo llamó cuando una turba, movida por los familiares de los asesinados, lo habían obligado a contar lo ocurrido, delatando a su hermano que también está prófugo.

El informe policial establece que los hermanos Eladio y Juan Rojas Alba son buscados como los principales sospechosos del doble crimen.