Dos oficiales con denuncias asumieron altos cargos en la Policía

Los coroneles Maximiliano Dávila y Alexander Rojas fueron designados el lunes en altos cargos dentro de la Policía Nacional, pese a que ambos tienen denuncias sobre corrupción y afinidad con autoridades del MAS.

Dávila es el nuevo comandante departamental de Cochabamba y Rojas fue posesionado como director nacional de Planeamiento y Operaciones. Según reporte de Los Tiempos, durante el gobierno de transición, Arturo Murillo los relegó a cargos de poca relevancia.

En 2019, mientras Dávila fungía como director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), Dávila fue denunciado por diferentes delitos como “volteo” de droga y extorsión.

Durante los conflictos de octubre de 2019, mientras los movimientos sociales afines al MAS convulsionaban las calles contra los ciudadanos que denunciaban el fraude electoral, Dávila y el entonces comandante general de la Policía, Vladimir Calderón, fueron criticados por celebrar el cumpleaños de Evo Morales en el Chapare.

La imagen publicada por diferentes dirigentes cocaleros, en la que se ve a los uniformados entregándole pasteles al exmandatario, circuló en las redes sociales y provocó malestar en las filas policiales, que días después se amotinaron, en rechazo a la represión contra la población contraria al MAS.

El 21 de noviembre del año pasado, Dávila reveló que al menos 50 dirigentes cocaleros afines a Morales eran investigados por narcotráfico, de los cuales 10 ya estaban siendo procesados.

Por otro lado, en Cochabamba, donde ahora cumplirá su labor, continúa vigente un proceso iniciado por el empresario Wilson Sahonero. La denuncia iniciada en 2015 es por presunta extorsión. El abogado de la víctima señaló que el jefe policial llegó a pedirle 300.000 dólares a su cliente.

En noviembre de 2019, Pedro Montenegro, procesado por narcotráfico y antes de ser extraditado, denunció a Dávila por extorsión.

En una carta notariada, Montenegro habla de “una rivalidad personal y de carrera del coronel Maximiliano Dávila Pérez, quien no descansó hasta destruir todo lo que tenía a su alcance y por una serie de intereses, poder, extorsión para beneficio económico y pase libre para sus delitos, creando cortinas de humo y poniendo al servicio de un tirano narcogobierno”.

En el caso del ahora director nacional de Planeamiento y Operaciones, Alexander Rojas, después de los conflictos poselectorales fue puesto a disposición investigativa por presuntamente haber estado vinculado con el Movimiento Al Socialismo (MAS) y los grupos que ocasionaron quemas y destrozos en unidades policiales del departamento. Agencias