DT de selección boliviana de fútbol femenino será una argentina

Una argentina será la entrenadora de la selección boliviana absoluta de fútbol femenino. El comité ejecutivo de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) decidió contratar los servicios de la directora técnica Rosana Gómez, quien cuenta con experiencia como jugadora y también como DT.

El primer gran reto de Gómez al frente de la selección femenina será la Copa América, que se disputará en Colombia del 8 al 30 de julio del presente año. En dicho evento, la Verde tendrá como rivales en la primera fase a Chile, Paraguay, Ecuador y al anfitrión. Gómez arribará a La Paz la próxima semana para firmar su contrato y planificará su trabajo al mando del seleccionado nacional. Se conoce que vendrá con su equipo de colaboradoras, pero también habrá gente nacional en su cuerpo técnico.

Si bien, La Copa América será el primer torneo en el que dirigirá a la Verde, no es su principal objetivo ya que se habla de un trabajo a largo plazo para desarrollar el fútbol femenino en nuestro país. La FBF decidió tomar con mucha seriedad y responsabilidad la contratación de un nuevo cuerpo técnico para la selección absoluta luego de los fracasos de las selecciones sub-17 y sub-20 en los torneos regionales. Rosana Gómez tiene 41 años (13 de julio de 1980). Como jugadora fue mundialista con Argentina en Estados Unidos 2003 y China 2007, además fue campeona sudamericana en 2006. Jugó en Rosario Central y Boca Juniors, equipo con el que fue campeón en 18 oportunidades.

Dirige desde 2010, ya que debutó al frente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), luego pasó por Rosario Central, Social Lux y volvió a Rosario Central para ganar tres títulos consecutivos de la Liga Rosarina de Fútbol. Desde 2017 es asesora del área de Desarrollo del Fútbol Femenino de la Conmebol. Lo curioso es que Gómez entre 2010 y 2012 era jugadora y entrenadora de diferentes equipos. Jugaba en Boca y dirigía a UBA, que disputaba el campeonato de la AFA como invitado.

Cuando se enfrentaban sus equipos ella se limitaba a observar el partido desde las graderías y esa situación aceleró su retirada como jugadora, a sus 32 años de edad.