La ministra de Gobierno de Ecuador, María Paula Romo, anunció este jueves un plan piloto en diferentes puntos del país para el retorno a las aulas de manera presencial, que será de forma voluntaria, iniciará con un día a la semana y con un tercio de los asistentes regulares a los centros educativos.
En un recorrido por el Colegio Alemán Humboldt de Guayaquil, la también responsable del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional precisó que dicho proyecto se iniciará en ese centro educativo y en otro de la vecina población de Samborondón.
La suspensión de las clases presenciales se determinó por el avance de la pandemia de coronavirus en el país, del que se calcula más de 105.000 contagios y casi 10.000 muertes, entre confirmadas y probables.
El programa de retorno escolar, pendiente de ser aprobado por el COE, se implementará en esos dos centros con la idea de reproducir en otras ciudades el modelo en función de su éxito.
«A partir de la aprobación de una hoja de ruta este día viernes, creemos que hay una serie de colegios en diferentes lugares que van a proponerse como proyectos pilotos», avanzó la ministra.
Para ello deberán revisarse los respectivos protocolos e infraestructura de las instituciones educativas a fin de obtener autorización para sumarse al programa.
Aclaró que el Ministerio de Educación es la entidad responsable de preparar el plan de retorno de las actividades presenciales y que ese regreso, en el sector público como en el privado, no se llevará a cabo «de un día para el otro», sino de una manera paulatina, en los centros urbanos y rurales.
«En ningún momento se va a tomar una decisión que ponga en un riesgo extremo la salud de los miembros de una comunidad educativa», dijo sobre un plan que se basa en experiencias exitosas en otros países y deberán adaptarse a la realidad de Ecuador.
El retorno de los escolares será voluntario, se evitarán espacios con riesgo de aglomeración, no habrá cafeterías ni comedores abiertos y los alumnos deberán traer los alimentos de casa y comer en las aulas.
Además, los recreos serán en momentos diferentes para cada clase y menos de un tercio de los asistentes regulares podrán estar presentes en el establecimiento educativo.
Las primeras semanas la asistencia será de un único día, lo que según explicó Romo, permitirá mantener el control sobre el cerco epidemiológico y permitir evaluar la situación para conocer si se amplía la implementación del proyecto.
Se trata, recalcó, de «pasos cautelosos pero firmes» en pos de la nueva normalidad, a la que también deberá adaptarse el sistema educativo.
En los planteles habrá lugares para lavarse las manos, dispensadores de alcohol y las ventanas de las aulas deberán permanecer abiertas y los espacios sin aire acondicionado.
El protocolo de reapertura incluirá la participación de los COE locales, aclaró la responsable.