Ante el colapso de hospitales que atienden a pacientes con coronavirus y el aumento de pacientes con esta enfermedad, la población busca remedios alternativos para la prevención o tratamiento de la enfermedad, optando por algunos químicos que son presuntos “tratamientos milagrosos”.
En las pasadas semanas se vieron filas interminables en la bótica de la farmacia Boliviana, donde se vende dióxido de cloro a un relativo accesible precio; mientras la venta de este producto en redes sociales se incrementó, siendo igual de elevado el precio de los mismos.
Ante esta escalofriante situación que se resume a un “sálvese quien pueda”, los alcaldes del Eje Metropolitano y la Gobernación decidieron apoyar el uso del dióxido de cloro como un tratamiento alternativo, por lo que se elaborará una ley departamental que apruebe su uso.
Con ese objetivo, el secretario departamental de la Madre Tierra, Alan Lisperguer, informó que el consejo ya readecuó uno de los laboratorios de agua de la Gobernación para la producción y posterior distribución gratuita del dióxido de cloro.
Bajo esta misma línea, el alcalde José María Leyes, anunció que se enviará al Concejo Municipal una ley para la dotación gratuita de este compuesto a los cochabambinos que quieran usarlo, pero todo bajo su consentimiento haciéndose ellos responsables por las posibles consecuencias.
SEDES EN DESACUERDO
El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Yercin Mamani, en un claro tono de desacuerdo, resaltó que el dióxido de cloro no es un medicamento, sino un “compuesto” usado como desinfectante y blanqueador en las industrias. Al no ser un fármaco no podría “promover su uso ni prohibirlo”.
De esta manera, nuevamente el Sedes deja en manos a las autoridades estas decisiones que deberían ser tomadas por expertos en salud.
Por otra parte, desde la Unidad de farmacias del Sedes, recomendaron no comprar este producto en redes sociales ya que podrían estar adulterados o elaborados de manera artesanal; produciendo graves problemas a la salud de quienes lo consuman.