Corría el año 1994 cuando Naren Daryanani era uno de los galanes colombianos más cotizados del momento gracias al éxito de la serie Padres e hijos, mientras tanto desde Barranquilla llegaba a Bogotá la joven cantante Shakira.
Su amistad se reforzó y su asistencia juntos a varios eventos sociales fueron testigos de que entre ambos existía algo o estaría a punto de suceder.
La distancia de Naren era la idea de tener algo con Shakira y sentirse comprometido por la presión del medio y la intervención de la madre de Shakira detonaron en él su rechazo hacía la cantante. Pese a esto, la joven dio el pasó y lo intentó, pero no se dio.