El ajo y sus beneficios para la salud

El ajo es un bulbo comestible que es utilizado en el arte culinario por muchos chef famosos, así como todo el mundo, por aportar su peculiar sabor y aroma, sin duda alguna es un ingrediente infaltable en la dieta mediterránea. Este bulbo comestible pertenece a la familia de las liliáceas y ha sido utilizado desde la antigüedad por sus propiedades medicinales.

Es considerado un alimento con potentes beneficios para la salud y muchas personas continúan utilizándolo para el tratamiento de diversas afecciones, como un resfriado, al ser conocido por sus propiedades diuréticas, depurativas y antimicrobianas.

Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el ajo contiene aproximadamente 110 kcal por cada 100 gramos de ración comestible. Destaca por su alto nivel de hidratos de carbono (23%), fibra (1,1%), proteínas (5,3%) y agua (70%), y apenas contiene grasas totales (0,3%).

El ajo es fuente de minerales como el yodo, fósforo y potasio, así como de vitaminas del grupo B y C. «Las propiedades están basadas sobre todo en los componentes sulfurados que contiene (alicina, alil/dialil sulfidos)», destaca la FEN. Sus efectos curativos se manifiestan, sobre todo, al ingerirlo crudo, pero muchos expertos consideran que continúa manteniendo las propiedades una vez cocinado.

Uno de los beneficios del ajo es que contribuye a la disminución de la presión arterial alta y a la arterioclerosis. Se utiliza, además, como suplemento dietético para tratar diversas afecciones como el colesterol alto en la sangre, el resfriado o para prevenir enfermedades cancerígenas.

El efecto de este complemento sobre la reducción del colesterol es un tema controvertido, ya que diversos estudios aseguran que no reduce en absoluto en colesterol malo, mientras que otros han demostrado que ayuda a disminuir las concentraciones de colesterol total y de lipoproteína de baja densidad, tal y como destacan en MSD Manuals.

Por otra parte, puede utilizarse como antiséptico y antibacteriano, dado que detiene la reproducción de microorganismos, y ayuda a disminuir las concentraciones de azúcar en sangre en ayunas.

Sin embargo, puede interaccionar con medicamentos que previenen la formación de coágulos en sangre e incrementar el riesgo de hemorragia. Por tanto, no se recomienda el consumo previo a una intervención quirúrgica. También puede interactuar con medicamentos utilizados para tratar infecciones de VIH y disminuir su eficacia, así como con fármacos para reducir las concentraciones de azúcar en sangre. Hay que tener especial precaución en estos casos y consultar al profesional médico.