Ya los elogios de autoridades del Gobierno por sus logros internacionales representando al país son parte de la historia. Eso sí, Carlos Keller tiene presentes los momentos de gloria de su dilatada carrera. Luego vino la cuarentena por el coronavirus y entonces todo el apoyo que recibía se esfumó.
Como la ayuda del Gobierno nunca es suficiente, Carlos entrenaba a futuros campeones del raquet, recibiendo un ingreso mensual de entre $us 500 y 800, con lo que se sostenía. Todo se acabó y por ello ante la necesidad puso en marcha, junto a su novia, Mariana Rocabado, un negocio de venta de hamburguesas. “Fue el momento de poner en práctica un proyecto, que desde hace bastante tiempo venía analizando”, refirió. Agencias.